Zapatero pedirá a Aznar un esfuerzo para atraer al PNV hacia un nuevo Pacto de Ajuria Enea

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechará hoy su entrevista en La Moncloa con el presidente del Gobierno, José María Aznar, para intentar convencerle de la necesidad de recomponer la unidad de los partidos democráticos que han convivido durante muchos años en el Pacto de Ajuria Enea. La idea de Rodríguez Zapatero es que hay que tratar de retornar a los tiempos en los que había una estrategia común contra la violencia terrorista y hacia la pacificación del País Vasco. El líder socialista no considera adecuado tratar en esta entrevista sobre estrategias electorales que pudieran concluir en un hipotético Gobierno conjunto en Euskadi del PP y el PSE-PSOE.

Aznar ha querido recibir inmediatamente en La Moncloa al nuevo líder del PSOE en una cita en la que el jefe del Ejecutivo conocerá de primera mano el nuevo talante "tranquilo" que Rodríguez Zapatero quiere dar a la forma de hacer oposición de los socialistas, además de una actitud "franca" con el Gobierno.El recrudecimiento de los actos terroristas va a ocupar necesariamente el grueso de la primera conversación entre los máximos dirigentes del Gobierno y del principal partido de la oposición. Rodríguez Zapatero no dirá nada muy diferente de lo que defiende en materia antiterrorista su partido y, en especial, el secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, que forma parte de la nueva ejecutiva en el cargo de responsable de las Relaciones Institucionales.

Pacto entre demócratas

La necesidad de un pacto entre todos los demócratas es el epígrafe general de la propuesta de los socialistas que Rodríguez Zapatero completa con la oferta de "reeditar lo que fue el Pacto de Ajuria Enea", aunque lo de menos es el nombre, tal y como explicó ayer en un encuentro informativo en su ciudad, León.El interés de los socialistas por que el PNV vuelva a ese lado es máximo, por lo que el nuevo líder del PSOE pedirá al presidente del Gobierno que ponga todo lo que pueda de su parte para que sea así. "El PNV debe hacer un viaje de retorno desde Estella [el Pacto de Lizarra] al diálogo con el PP y el PSOE", dijo ayer el diputado leonés.

Pero sabe que no es fácil y que son los nacionalistas los que tienen que dar los pasos decisivos. Aunque también aclaró que "la decisión debe ser fruto, no de la presión política, sino de una reflexión propia del PNV". "Hoy en día creo que no tiene capacidad para alcanzar este tipo de acuerdo", precisó para demostrar que es consciente de la dificultad de solucionar este asunto inmediatamente.

El terrorismo, según la visión de la nueva dirección socialista, es el mayor problema de España en este momento, por lo que será sin duda el tema central de la entrevista entre ambos dirigentes. Rodríguez Zapatero asegurará al presidente "la máxima lealtad, discreción y respeto institucional" a la tarea del Gobierno en materia antiterrorista. Además, da por seguro que "el Gobierno está haciendo todo lo que está en su mano" para atajar la violencia. "Y si tiene que hacer algo más, tendrá nuestro apoyo". Por eso, sólo pedirá que el Ejecutivo "tome la iniciativa política e institucional y la intensifique", tal y como dijo ante los delegados del 35º Congreso Federal de su partido, ya investido como secretario general.

"No hay premuras electorales", respondió el secretario general en León ante las preguntas relativas al posible interés del PSOE de que pronto haya elecciones en el País Vasco y que los resultados puedan traer consigo un hipotético pacto de Gobierno en Euskadi entre populares y socialistas.

El PSOE no pretende que todas sus propuestas se conviertan en pactos de Estado con el Gobierno. La nueva ejecutiva coincide con la anterior en que cada opción política tiene sus prioridades y sus propios proyectos lo que permite ser alternativa de Gobierno.

Eso sí, Rodríguez Zapatero quiere llevar a la tarea de oposición su lema de "cambio tranquilo", que se irá viendo a partir de septiembre cuando se reanude la actividad parlamentaria, que entraña alternativa permanente y crítica a las propuestas de Gobierno, pero poco espectáculo.

El trato que el Gobierno dispensa al PSOE también es diferente desde que el PP ganó las elecciones del pasado 12 de marzo con mayoría absoluta. Si en la anterior legislatura José María Aznar decidió no recibir a ningún presidente autonómico con carné socialista, ahora los está recibiendo a todos. Primero fue al andaluz, Manuel Chaves, después al extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, siguió con el asturiano, Vicente Álvarez Areces, y esta misma semana les ha tocado al balear, Francesc Antich, y al aragonés, Marcelino Iglesias.

Todos encantados. Los dos últimos, Antich e Iglesias, miembros de la ejecutiva del PSOE por decisión de Zapatero, han anticipado lo que, al parecer, será el estilo del nuevo secretario general, asegurando que no quieren enfrentamiento con el Gobierno de España sino cooperación por el bien de sus comunidades.