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Lucas rebate ante Aznar el 'modelo Zaplana' sobre financiación autonómica

Javier Casqueiro

Juan José Lucas, presidente de Castilla-León, la comunidad más extensa y dispersa de España, sostuvo ayer en La Moncloa, nada más entrevistarse con José María Aznar, que su partido, el PP, llegará al año 2001 con una posición conjunta sobre el nuevo modelo de financiación autonómica a renegociar. Ahora no la tiene. El propio Lucas subrayó que Aznar se mostró muy sensible a sus criterios de primar parámetros como la solidaridad interregional y la dispersión antes que la cantidad de población de una comunidad, como quiere el presidente valenciano, Eduardo Zaplana.

El secretario general del PP, Javier Arenas, intentó sin éxito el lunes, después de la Junta Directiva Nacional de su partido, zanjar la posibilidad de que se abra antes de tiempo entre sus barones el polémico debate interno sobre la nueva financiación autonómica. Y remitió la posición oficial del PP a un decálogo genérico aprobado hace tiempo por su Comité Ejecutivo. Un decálogo que aboga por dotar al nuevo sistema de más corresponsabilidad fiscal y abre la vía para la cesión parcial de impuestos indirectos: tabaco, hidrocarburos, matriculación de vehículos o determinados hechos imponibles del IVA.Aunque esta discusión se oficializará con las autonomías a partir del año que viene en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, los distintos presidentes autonómicos llevan tiempo ya tomando posiciones diversas.

En el PP, la más conocida es por ahora la del presidente de la Comunidad Valenciana, Eduardo Zaplana, inspirador de hecho del mentado decálogo. Zaplana también pretende que se tome en cuenta que algunas regiones tienen un problema añadido con su alto nivel de población y con los elevados movimientos estacionales que provoca el turismo, entre otros factores.

Lucas acepta, en principio, la sugerencia de Zaplana sobre la posible cesión de algunos tributos indirectos (los más estables, pero no la matriculación de coches ni el IVA). Aunque ayer le pidió que pusiese "letra a esa música", sobre todo cifras.

El presidente castellano entiende que más importante que primar la población atendida por una comunidad es el criterio del coste de la prestación de los servicios públicos. Así se lo reiteró ayer a Aznar, y ofreció como argumento el ejemplo de Castilla y León: 100.000 kilómetros cuadrados y 7.000 nucleos urbanos con 2,5 millones de personas, menos de las que se concentran en Madrid. Lucas mantiene que cuanto mayor es la superficie de una comunidad más elevado es el coste de las competencias asumidas.

Bienestar y medio ambiente

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También demandó que se esperase a que todas las comunidades tengan la Sanidad transferida. Y que se analicen aspectos como la distinta "contribución de las autonomías al medio ambiente y al bienestar colectivo, porque hay comunidades que contaminan más que otras".Lucas aseguró que Aznar compartió su sensibilidad hacia el principio de "solidaridad" interregional y hacia las "variables redistributivas" como la pobreza y el esfuerzo fiscal. El portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, aceptó que Aznar, efectivamente, compartía con Lucas que la población no debería ser la única variable a tener en cuenta.

El presidente de Aragón, el socialista Marcelino Iglesias, que estuvo con Aznar en La Moncloa en la mañana de ayer, también apoyó las tesis de Lucas sobre la importancia de la dispersión y el territorio, más que la población, ante el inminente debate sobre financiación. Aunque Iglesias sí comentó que no le parecía mal la propuesta de Zaplana sobre la necesidad de abrir más el paquete de impuestos a ceder a las comunidades.

Iglesias le requirió a Aznar, como todos los presidentes autonómicos que pasan por La Moncloa, más infraestructuras cuanto antes (sobre todo AVE, en este caso con parada en el aeropuerto de Zaragoza) y más competencias. El presidente de Aragón reclamó de Aznar, como novedad, apoyo para impulsar un debate nacional sobre el peligroso desequilibrio creciente entre las 20 provincias cada vez más despobladas del interior de España y las desarrolladas en la periferia.

Sobre la firma

Javier Casqueiro
Es corresponsal político de EL PAÍS, donde lleva más de 30 años especializado en este tipo de información con distintas responsabilidades. Fue corresponsal diplomático, vivió en Washington y Rabat, se encargó del área Nacional en Cuatro y CNN+. Y en la prehistoria trabajó seis años en La Voz de Galicia. Colabora en tertulias de radio y televisión.

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