El Gobierno de Fox duplicará el presupuesto para combatir la pobreza en México

El presidente electo, Vicente Fox, impresionado por las dimensiones de la pobreza en México, pretende duplicar el gasto incluido en el presupuesto nacional para aliviar la situación de los cerca de 45 millones de compatriotas en la necesidad o en la miseria. La Administración entrante, que asume el 1 de diciembre, dedicará 10.000 millones de dólares (casi dos billones de pesetas) a combatir la indigencia, lo que supone aumentar esa partida del 1% al 2% del presupuesto. Los 10 millones de indígenas ocupan lugares de dudoso privilegio en las estadísticas del hambre y el analfabetismo.

Cambios en el reparto

Al término de una reunión de transferencia de poderes con Carlos Jarque, ministro de Desarrollo Social del Gobierno de Ernesto Zedillo, Vicente Fox se declaró "impactado por los problemas que tiene el país en materia de pobreza, marginación y exclusión".No es para menos. Casi la mitad de los 100 millones de mexicanos figuran en una clasificación cuyas variables apenas mejoran, o incluso empeoran, pese al dinámico crecimiento macroeconómico registrado durante los últimos cuatro años. El conservador Fox ganó las elecciones presidenciales del 2 de julio comprometiéndose a erradicar las causas que durante siglos permitieron esa lacra. "Habremos de trabajar con prioridad para la tarea del desarrollo humano", dijo.

Ahí sigue el problema

El Programa de Educación, Salud y Alimentación (Progresa), que distribuye mensualidades en efectivo entre los más pobres para evitar enfermedades, abandono escolar y desnutrición, seguirá en vigor hasta que el Gobierno entrante concluya el pretendido cambio de orientación: un programa menos paternalista y más orientado hacia el desarrollo. Progresa beneficia a 2,3 millones de familias y fue establecido por el oficial Partido de la Revolución Institucional (PRI).

"El proyecto del nuevo Gobierno es incluir en la educación y en la política social a todos los sectores que se encuentran al margen del desarrollo económico, al margen de los beneficios sociales, al margen del derecho a la educación", dijeron los expertos María del Carmen Díaz y Carlos Flores, ministros del área social de Vicente Fox hasta la conformación del Gabinete definitivo.

Progresa estuvo en el ojo del huracán electoral después de que la oposición acusara al PRI de utilizarlo en provecho propio y de insinuar a los votantes que, si ganaba la oposición, eliminaría la asistencia social.

E imposible que así sea sin una alternativa mejor. "Progresa ha sido manejado desde el centro, ha creado muchos problemas en las comunidades", subrayan Díaz y Flores, fundador este último del Centro de Estudios Estratégicos del Instituto Tecnológico de Monterrey.

"El programa no fortalece el tejido social, al contrario. Hay poca participación en su conducción, en la parte de diseño y de definición por parte de los Estados". México está dividido en el Distrito Federal y 31 Estados: 21 gobernados por el PRI y el resto por el Partido de Acción Nacional (PAN), centro-derecha, al que pertenece Fox, y el Partido de la Revolución Democrática (PRD), centro-izquierda. "Algunas áreas de Progresa se van a modificar, pero no se pueden quitar esos programas compensatorios de la noche a la mañana". Los atrasos pendientes de solución lo impiden. El Fondo de Cultura Económica publicó un informe, México 2030. Nuevo siglo, nuevo país, que aporta datos sobre la gravedad de la situación. Hace apenas cuatro años, 22,6 millones de mexicanos vivían en la pobreza extrema y 26,2 en la pobreza no extrema.

La tasa de analfabetismo, según el cuadro estadístico de Enrique Hernández Laos, es del 10.6%, el porcentaje de la población activa que trabaja "por su cuenta" alcanza el 26%, los hogares sostenidos por mujeres son el 18%, el porcentaje de mexicanos que sobreviven con un dólar al día es del 15%, y 7,2 millones sufren desnutrición severa. El 19% de los niños presenta problemas de peso, y de cada 100 nacionales, 95 no saben manejar un ordenador.

El economista Rolando Cordera, que también participó en la elaboración del documento, insta a superar el jolgorio democrático desencadenado por el relevo político más importante en casi un siglo, y a ponerse a trabajar "porque el problema social ahí sigue, y continúa reproduciéndose". "Hay una especie de insensibilidad en los medios de comunicación y las personas que no viven la pobreza y la miseria", se queja. Los peores maestros, el mayor absentismo laboral y las peores clínicas radican en las zonas más pobres de México. El círculo es perverso: si un niño pobre va a una escuela pobre con un maestro que acude al trabajo un día sí y otro no, llega a adulto igual de pobre y sin cualificación profesional.El equipo de Fox asegura que esa herida nacional le duele profundamente, y para curarla en parte echará a andar el Instituto de Educación Permanente y un ambicioso sistema de becas. También fortalecerá las universidades públicas. Los pueblos indígenas dispondrán de un programa especial de desarrollo, prometieron.

Denunciando abandono, el subcomandante Marcos se sublevó en el estado de Chiapas hace seis años y aun permanece en las selvas de Lacandona argumentado que el Estado no cumple lo prometido, los acuerdos de San Andrés de 1996 sobre derechos indígenas.

[Fox se reunió ayer con la líder indigenista guatemalteca Rigoberta Menchú. Aunque no transcendió el contenido de la entrevista, ésta coincide con los contactos previos del entorno de Fox y los zapatistas, informa Reuters.]