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Hallado el fósil de un gran animal en el yacimiento de Las Hoyas

1.300 piezas y 24 holotipos

La campaña de excavaciones que anualmente se realiza en el yacimiento paleontológico de Las Hoyas (Cuenca) ha dado como resultado el hallazgo del fósil de un animal de gran tamaño que, con toda seguridad, se trata de un tetrápodo y no de un pez. Los trabajos de campo han dejado al descubierto sólo una sección de 50 centímetros del animal porque el resto está incluido en la matriz de la roca. Hasta que no se extraiga la pieza entera en los laboratorios de la Universidad Autónoma de Madrid no se podrá saber de qué especie se trata. Según afirmó ayer el director científico de la excavación, José Luis Sanz, el tamaño considerable de estos restos induce a pensar que se trata de un cocodrilo o un dinosaurio.A lo largo de la campaña de este año, que termina el domingo, se han catalogado 400 ejemplares, entre los que destacan un ejemplar de Eudiscoglossus -un anfibio sin cola, parecido a un sapito- muy bien preservado; cinco Meiasaurus, que son como los lagartos actuales, pero más primitivos, y otros tantos fósiles de salamandras o tritones que se llaman Valdotriton, además de los restos fósiles que vienen siendo habituales en las excavaciones de Las Hoyas, como peces, cangrejos y otros vertebrados, como explicó el paleontólogo Francisco José Ortega.

En estos trabajos han participado más de 40 estudiantes de diferentes universidades españolas como la Complutense y la Autónoma de Madrid, la de Bilbao, Barcelona, Zaragoza y Salamanca, así como investigadores del Museo de Historia Natural de Lisboa (Portugal) y de la Universidad de Lyón (Francia).

Por decimoquinto año consecutivo, paleontólogos, biólogos y geólogos intentan reconstruir el ecosistema de lo que fue una zona de humedales en el cretácico inferior en un espacio de 60 kilómetros en la serranía de Cuenca, en el paraje denominado Las Hoyas.

El yacimiento de Las Hoyas es producto de la sedimentación de un lago que ocupaba esta zona hace 115 millones de años, y ha aportado a la comunidad científica internacional más de 1.300 piezas y 24 holotipos -fósiles que nombran especie- en un excepcional estado de conservación. A raíz de estos descubrimientos se han desarrollado los trabajos que han permitido confirmar el origen dinosauriano de las aves y se ha establecido el desarrollo del vuelo activo de las especies más primitivas.Precisamente esta colección, que ahora se encuentra en la Universidad Autónoma de Madrid, se quiere trasladar al Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, en Cuenca. Para ello se está redactando un convenio de colaboración entre la Universidad y la Consejería de Cultura de la Junta Castellano-Manchega que permita que la colección permanezca en Cuenca y que sigan manteniéndose las investigaciones desde las distintas universidades.

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