Ibarretxe entrega a los partidos, salvo el PP, un guión básico para el diálogo

Los partidos vascos, a excepción del PP, tienen desde hace quince días en su poder un documento preliminar de trabajo elaborado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, que recoge los puntos de acuerdo mínimos para avanzar en el diálogo hacia un escenario de paz y normalización política. Una nueva ronda de encuentros servirá la próxima semana para que los partidos expresen a Ajuria Enea sus puntos de vista.

Fuentes de la presidencia del Gobierno vasco señalaron que la exclusión del PP se debe a la negativa de este partido a acudir a las llamadas de Ibarretxe, reiterada por cuarta vez el lunes pasado por su presidente Carlos Iturgaiz. El resto de los partidos estudian desde hace dos semanas el contenido del documento de cuatro folios, titulado "Propuesta inicial de acuerdos básicos para la construcción de un proceso de paz y de normalización politica". La ronda de encuentros de Ibarretxe con los partidos prevista para la semana próxima dará la ocasión para el contraste y la valoración de la propuesta.

El documento establece una decena de puntos generales y evita entrar en detalles, precisamente para facilitar su aceptación por el mayor número de fuerzas posible. Ibarretxe parte de la existencia de un objetivo común a todos los partidos con los que se ha entrevistado reiteradamente: el logro de la paz y la normalización. El documento quiere comprometer a todos ellos con la defensa de los derechos humanos y en particular el derecho a la vida, y con la renuncia expresa a la violencia como instrumento de acción política.

Otro de los puntos del guión plantea la aceptación de la pluralidad de la sociedad vasca y un compromiso con el respeto y defensa de la libertad individual de todos los ciudadanos. Igualmente, señala que cualquier proyecto de convivencia únicamente podrá construirse desde la "libre adhesión" y la tolerancia recíproca de los diferentes proyectos políticos, tomadas ambas como un compromiso "inequívoco" con las reglas del juego democrático.

La propuesta recoge también la necesidad de reconocer que en el País Vasco existen diferentes sensibilidades sobre el nivel de autogobierno deseado y sobre la identidad vasca. Otro de sus puntos pretenden sentar "el reconocimiento ético, moral y material a las víctimas de la violencia y el terrorismo".

Ibarretxe, que ya ha expresado en los dos últimos meses, incluso en conferencias públicas y con mayor grado de concreción, las que considera bases para un proceso de diálogo y desbloqueo de la situación de confrontación entre los partidos en Euskadi, pide a éstos que manifiesten un compromiso concreto.

Éste se establecería en torno a la afirmación de que es necesario un final dialogado asentado sobre dos premisas: el respeto a los derechos humanos con el uso de vías exclusivamente políticas y la aceptación de que los ámbitos políticos y jurídicos actuales, es decir, los emanados del marco autonómico, son ineludibles puntos de partida. Ibarretxe desea que se proclame el "respeto a lo construido hasta ahora" para desde esa realidad "poder decidir libre y democráticamente lo que queremos ser en el futuro".

El documento está concebido como un guión preliminar de trabajo, abierto a las sugerencias y aportaciones de los líderes de las formaciones políticas, tanto en relación con los puntos de partida y los contenidos propuestos por Ibarretxe, como con la metodología y pasos a seguir.

Con la elaboración de esta propuesta, Ibarretxe estima estar dando cumplimiento al mandato del Parlamento para liderar un proceso de diálogo.

Este mandato se estableció el pasado 16 de junio, a raíz de una propuesta del grupo socialista, que instaba el lehendakari a liderar un proceso de dialogo y que salió adelante con el apoyo de todos los grupos salvo el PP, EH y EA, partido éste último que votó en contra pese a su coalición con el PNV en el seno del Gobierno vasco.

El primer objetivo del documento de mínimos de Ibarretxe sería, según indicaron fuentes de la presidencia vasca, abrir una expectativa de "distensión" dialéctica y política que permita comenzar a salir de la dura confrontación vasca.