Verdugos ensalzados

Por si fuera poco el dolor que tienen, por un lado, las víctimas del terrorismo de ETA, del GAL y de otros grupos de características similares al perder a un ser querido y, por otro lado, las víctimas de torturas y otros acciones de brutalidad policial, con demasiada frecuencia son testigos de bochornosos actos en los que se expresa públicamente una falta de respeto por su sufrimiento y dignidad: homenajes a sus verdugos cuando salen de la cárcel, inclusión de presuntos terroristas en las listas electorales, indultos e incluso reconocimientos a agentes condenados por torturas, el reconocimiento público a impulsores de la guerra sucia e incluso la participación de un ex destacado activista en la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, encargada precisamente de las víctimas de la violencia.Además de constituir un agravio a las víctimas, que ven cómo se jalea y homenajea a quienes han asesinado a sus familiares, estos actos son un insulto a la inmensa mayoría de nuestra sociedad y constituyen un grave obstáculo para lograr la paz y la reconciliación. Ambas deben partir del reconocimiento de la deuda moral de la sociedad con sus víctimas y la deslegitimación de la violencia, lo que exige que se deje de ensalzar a quienes han sido verdugos de personas inocentes.- . .