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El retraso de la incineradora impide cumplir los objetivos del plan de residuos urbanos de Vizcaya

El retraso en la construcción de la incineradora de basuras, cuyas obras aún no han comenzado por la falta de los permisos adminsitrativos, ha frustrado los objetivos del I Plan Integral de Residuos Sólidos Urbanos de Vizcaya. La Diputación se resigna a que en 2001, fecha de conclusión del plan, se arroje a los vertederos el 65% del total de la basura doméstica, cuando se había fijado reducirlo al 42%. "Se tendrá que revisar [el plan], aunque todo lo que estaba en nuestros manos lo hemos cumplido", asegura la diputada de Medio Ambiente, María Esther Solabarrieta.

Cumplir la directiva

El primer plan específico de tratamiento de la basura doméstica en Vizcaya se aprobó en 1997 y su vigencia se extiende hasta 2001. Se fundamenta en tres actuaciones: el aumento del reciclaje del 1,4% existente en 1994 al 35%; la incineración de un 23% de los desechos y la reducción del vertido a los basureros del 94% al 42%.Pese a los buenos resultados obtenidos en el reciclaje y la disminución del depósito en vertederos, el programa no se podrá cumplir. La incineración, que iba a absorber un 23% de la basura destinada a los vertederos, tiene la culpa. La controvertida planta de la empresa Zabalgarbi, cuya ubicación está prevista junto al actual vertedero de Bilbao, no tiene aún fecha de inicio de las obras. "Aunque ahora se consigan los permisos, precisaría de dos años de ejecución, por lo que evidentemente no llegamos al año 2001", señala la diputada foral María Esther Solabarrieta.

La previsión era que las obras de la incineradora comenzaran en 1998, con el fin de que estuviese en funcionamiento a finales de 2000. Pero los trámites burocráticos se han retrasado y aún faltan la licencia de actividad del Ayuntamiento de Bilbao y la declaración de impacto ambiental, sobre la que se han recibido más de 200 alegaciones. El propio consistorio bilbaíno detectó 50 anomalías o carencias, lo que ha complicado sobremanera la puesta en marcha del proyecto.

"Quizás ha sido la falta de experiencia. Pensamos que era menos complicado, pero ha sido necesario muchísimo tiempo. Primero, la ubicación, que no se eligió hasta 1997. El plan especial urbanístico no se aprobó hasta 1999. El estudio de impacto ambiental empezó con siete tomos y ya son 14. Y todavía no se tiene la licencia de actividad y la declaración de impacto", añade Solabarrieta.

Con este panorama, la diputada admite que los 228.00 toneladas de basura que se iban a incinerar en 2001 "tendrán que ir a vertedero". A su juicio, la Diputación ha realizado "todo lo que está en nuestro manos." "Ahí están los datos del reciclaje, de la reducción del vertido. Y, sobre todo, algo que ni siquiera se tomaba como un problema, la gestión de la basura, se ha encauzado", destaca.

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La necesidad de la revisión del plan ya fue esgrimida por algunos grupos de la oposición en la última comparecencia ante las Juntas Generales de la diputada foral. "Si Zabalgarbi, que es la base del Plan [de Residuos Sólidos Urbanos] no pudiera ponerse en marcha, habrá que revisarlo", apuntó el junterio del PP Arturo Aldecoa.

Solabarrieta defiende el proyecto de la incineradora - "hacer un nuevo vertedero hubiera costado igual más tiempo"-, aunque el retraso obligará a revisar el plan. "Ya estamos trabajando en el siguiente, que, a partir de 2001, será también de cuatro o cinco años", señala.

La Diputación vizcaína asegura que este contratiempo no supondrá el incumplimiento de la directiva europea sobre el vertido de residuos, que entrará en vigor en abril de 2001. La normativa comunitaria establece que en 2006 sólo se podrá verter el 75% del volumen total que existía en 1995, un requisito que, según Solabarrieta, Vizcaya ya cumplirá el próximo año. Además, se establece que en 2009 el vertido sea la mitad del de 1995 y en 2016, sólo el 35%. "Tenemos un margen amplio y lo vamos a cumplir", asegura. La directiva también obliga a un exigente reacondicionamiento de los vertederos, que ha llevado a la Diputación de Vizcaya a decidirse por mantener para 2016 sólo dos (Igorre y Jata), además del de Artigas, gestionado por el Ayuntamiento de Bilbao.Los datos del reciclaje invitan al optimismo, ya que en 1999 ya se alcanzó el 28,7%, a sólo seis puntos del objetivo para 2001, y se duplicó lo conseguido en el ejercicio anterior. Además, el depósito en los vertederos se situó en el 70,2%, 14 puntos menos que en 1998.

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