Pleno al cante

Juan Luis Cano y Guillermo Fesser, los dos de Gomaespuna, obtuvieron plena satisfacción en el primer día de ese festival flamenco que han organizado y cuyo fin último es financiar la escuela que ellos acaban de fundar en Calcuta. Cuando el público termina al unísono en pie, y ovacionando largamente, es que el éxito ha sido total.Efectivamente, Mercé cantó de maravilla, como él sabe hacerlo cuando quiere y cuando puede. Con grandeza, con jondura, con mucho arte en su voz y en su sentimiento tan flamencos. Empezó magistralmente por soleares y término por tonás magistralmente. Hasta sus fandangos fueron espléndidos, y no digamos por bulerías, palo en el que se recrea con gusto y jerezanía ejemplares.

Mercé propuso con convicción esa forma de cantar suya, sin ceder a efectismo alguno sino buscándose y gustándose hacia dentro porque él sabe muy bien que el cante sólo es verdadero cuando el propio intérprete es el primero en sentir su bondad. Con las guitarras de los dos Moraos, padre e hijo que tan bien le entienden, y sin ella en las estremecedoras tonás con que cerró el recital, José Mercé estuvo una vez más como señor del cante.Por delante cantó la joven Montse Cortés y lo hizo muy bien porque además de tener una voz muy dotada para lo jondo, conoce los cantes y los interpreta con autoridad. Me gusta más cuando los hace por derecho que cuando se inclina hacia esa línea moderna que impera en su reciente disco. Aun así llega, y en esta noche particularmente afortunada brilló a gran altura su talento, acompañada por un toque emocionante de Viejín, fue impecable.

En fin, como dijo Mercé en el elogio de la labor solidaria que los Gomaespuma vienen ejercitando, cosas como éstas hay que hacerlas "no sólo una vez al año sino todos los días"; y con tanto arte, además, son un lujo.