Arafat prepara con la cúpula de la OLP la proclamación del Estado de Palestina

Cerca de un centenar de dirigentes de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) se reunieron ayer en el palacio presidencial de Gaza, convocados por su líder, Yasir Arafat, para preparar la proclamación del Estado de Palestina antes de fin de año. La convocatoria de la asamblea ha coincidido con una oleada de imprevista violencia que ha colapsado este fin de semana la ciudad de Ramalá, lo que demuestra el grado de tensión en que viven sumidos los territorios autónomos palestinos.

El Consejo Central de la OLP, el órgano intermedio de dirección de esta plataforma unitaria, compuesta por 129 miembros, se reunió ayer a las diez de la mañana en Gaza, para estudiar, junto con Arafat, los detalles de la proclamación del futuro Estado de Palestina, que, según reiteradas manifestaciones del presidente, deberá efectuarse antes de fin de año.La reunión, que se celebra a puerta cerrada, se inició con la lectura de un informe del propio Arafat sobre la marcha de las negociaciones con los israelíes, que desde hace algunas semanas se encuentran bloqueadas, sobre todo después de que el primer ministro Ehud Barak decidiera unilateralmente suspender el tercer repliegue de sus tropas en las áreas rurales de Cisjordania, así como en tres barrios árabes de Jerusalén, cuya entrega ha sido pactada y reconfirmada por los israelíes en numerosas ocasiones.

La asamblea de dirigentes de la OLP ha sido boicoteada por los líderes de los movimientos fundamentalistas palestinos (Hamás y Yihad Islámica), que, a pesar de que no son miembros de la plataforma unitaria, habían sido invitados por Arafat, quien en la convocatoria alegó que "en esta hora crucial es necesaria la unidad de todos los palestinos".

Los trabajos de esta reunión, que proseguirán hoy con asuntos como el retorno de los refugiados, la liberación de los presos políticos o las reivindicaciones sobre Jerusalén, se producen en un momento especialmente delicado: después de que fallara la mediación norteamericana para celebrar una cumbre tripartirta en Washington para hacer avanzar el proceso de paz.

"La proclamación del Estado es una decisión que cae bajo la responsabilidad de los palestinos. Será hecha por sus dirigentes en el momento apropiado, antes del fin de año", aseguraba ayer, momentos antes de iniciarse la reunión, Tayeb Abdelrahim, secretario general de la presidencia, quien recalcaba, asimismo, que no se había aún planteado una fecha determinada para la proclamación del Estado, ni siquiera la del próximo 13 de septiembre, como se ha venido rumoreando.

La reunión de Gaza se ha visto precedida por unos graves incidentes de orden público, que tuvieron como escenario la ciudad de Ramalá, capital administrativa de los territorios autónomos de Cisjordania, donde de manera inesperada estalló este fin de semana una oleada de violencia que sacó a la calle a todas las facciones y milicias armadas de la ciudad y sus alrededores, mientras los comerciantes del centro cerraban sus puertas.

Los incidentes, que lograron aplacarse ayer, domingo, se habían iniciado el sábado, cuando un grupo de vecinos del cercano campo de refugiados de Amari, en la carretera a Jerusalén, acudió al centro de Ramalá para reclamar una deuda de un comerciante local, al que no localizaron, por lo que optaron por matar a tiros a su hermana. Todo esto, que en principio constituía una simple reyerta de pandillas o de clanes mafiosos, se convirtió en graves desórdenes, en los que participaron los movimientos radicales de Al Fatah y de otras organizaciones.

Varios comercios, especialmente restaurantes y bares del centro de la ciudad, propiedad de vecinos del campo de Amari, quedaron destruidos, mientras un grupo numeroso de revoltosos, ante la ausencia de policía palestina, asediaban la zona destinada a los refugiados, donde viven más de 7.000 personas, a las que amedrantaron incendiando ruedas de camiones.

Arafat ordenó a las fuerzas de seguridad actuar con dureza, lo que se ha traducido, en las últimas horas, en más de cien detenciones. La policía detuvo, además, a los supuestos autores del asesinato de la muchacha, que podrían ser juzgados por un procedimiento de urgencia en un tribunal militar, para intentar calmar a la población de Ramalá, que pide para ellos la pena de muerte.