Ver para creer
Entra en el Evangelio, disimulando, de gaidó, como en el Misteri d'Elx, sin ser notado y mostrant gran sentiment per no haver-se trobat a la fí de Nostra Senyora, mientras las miradas se concentran en el Araceli que eleva a santa Maria al olimpo de la Trinidad: veniu, sereu coronada/ en la celestial morada. Llega tarde, en el momento final, hay que parar la asunción, al menos para permitirle disculparse: O bé's fort desaventura/ de mi, trist, desaconsolat!...Vós m'hajau per excusat, / que les Indies m'han ocupat. Todos los apóstoles fueron avisados y transportados en el acto, pero, así, quedaba clara su marcha al lugar remoto y exótico de las especias. Habría caminado hacia el sol naciente. Y, su fiesta es doble, el 21 de diciembre, su nacimiento a la gloria y, hoy, el traslado de sus reliquias, en días cercanos a solares solsticios.Santo crítico, escéptico, incrédulo - "si no meto la mano en su costado, no creeré"-, buscador de luces, a quien se atribuyen textos apócrifos de corte gnóstico y conversiones de los esotéricos Magos de Oriente, representado como viejo masón con su escuadra. Un heterodoxo antipático para predicadores ortodoxos. No popularizaron su devoción, a pesar de abundar el Tomás -en arameo, gemelo, igual que Dídimo, en griego- como nombre -la So Tomasa!- y como apellido y de fundarle Jaume I en Valencia una de las primeras parroquias. Hoy -tres años de la muerte de los 18 obreros del Proof Spirit-, es san Cuqui, patrono de mezquinos -sí, tu santo- y usureros -Lliura't d'usurer de Xàtiva- y san Bertran, protector de gentes de mar -como San Pedro, Salustiano (27 de junio) y Telmo (del 2), todos en el momento en que se festejaba a Neptuno-, que le cantaban: Si'l mar està alborotat,/ acudint amb devoció/ a la vostra protecció,/ se veu prompte sossegat.
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