'Gays' y lesbianas pulsan la supuesta tolerancia española
¿Es respeto real el clima actual de tolerancia en España en torno a la homosexualidad, o es parte de un lenguaje políticamente correcto que también se usa en otros ámbitos? Los gays y lesbianas tienen sus dudas, sobre todo desde el momento en que el supuesto apoyo mayoritario que obtienen en las escuestas no se refleja en leyes que les equiparen a las parejas legalmente constituidas, hoy por hoy su principal objetivo. "Lo que se ha controlado es que hoy ya nadie haga discursos homófobos. Pero con el tiempo o esta tolerancia da como resultado el respeto, entendiendo por ello la igualdad ante la ley, o se convertirá en algo virtual y seguiremos siendo rechazados", advierte Pedro Zerolo, presidente de la Federación Estatal de Lesbianas y Gays.Hace 12 años, un encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) mostraba que sólo el 16% de los españoles consideraba "aceptable" la homosexualidad. Las últimas elaboradas por este organismo ya dibujan una sociedad que mayoritariamente dice considerar "la homosexualidad como una opción personal tan respetable como la heterosexual". Y aún va más allá. En 1997, el 57,4% de los encuestados se muestra partidario de que las parejas homosexuales tengan los mismos derechos y obligaciones que las casadas y un 84,6% apuesta por permitir el matrimonio civil a los gays y lesbianas. Casi un 60% apoya que tengan derecho a adoptar hijos.
Lo curioso es comprobar qué responde este ciudadano cuando la pregunta se acerca a su entorno.En 1987 y en 1992 al CIS se le ocurrió plantear : "¿sería para usted un problema grave que un hijo suyo varon, o una hija suya tuviera relaciones homosexuales?" Más del 70% respondió abiertamente que si.
La contradicción no se produce en España solo con este tema. A juzgar por las encuestas, en España no habría un solo racista. "Toleramos en los otros, pero no en nosotros", reflexiona el sociólogo Enrique Gil Calvo. "El salir del armario es tan reciente en España que ser tolerante en carne propia es todavía una lección pendiente". En cualquier caso, la sociedad no tiene una opinión unánime, recuerda el sociólogo. "Inevitablemente las encuestas sacan mayorías y la propia sociedad tiende a asumir la opinión mayoritaria. Es un espejismo al que tienden a acomodarse los ciudadanos conformistas", dice Gil Calvo.
Si realmente piensa lo que afirma, esa voz mayoritaria actual apoya una situación jurídica que aún no se da en la mayor parte del Estado Español. Hay leyes de parejas de hecho aprobadas en Cataluña, Aragón y Navarra, pero sólo en esta última comunidad se contempla la adopción. Registros de parejas se han abierto en distintos ayuntamientos, con mayor valor simbólico que efectivo. "Sólo el PP está en contra de nuestras reivindicaciones", afirma tajante Zerolo. "No sólo se ha opuesto a los distintos proyectos de ley de parejas de hecho presentados, sino que en la anterior legislatura presentaron una propuesta absurda con la única intención de evitar que se aprobara la de Coalición Canaria".
Aunque esperanzado con los logros que alcanzados hasta ahora, Zerolo dice observar en esta legislatura "un envalentonamiento de las posturas negadoras de nuestros derechos en algunos miembros del PP". Y cree que no son casuales "porque cada vez coinciden de forma más orquestada con los representantes de la jerarquía católica. La única razón que logro encontrar para esto es el peso del Opus Dei tanto en el Gobierno como en el Vaticano. Algunos aún no se han enterado que éste es un Estado aconfesional".
La jerarquía católica ha manifestado por boca de alguno de sus representantes que "los homosexuales necesitan comprensión, pero no justificación". Son palabras muy recientes del obispo Francisco Gil, secretario del Consejo Pontificio para la Familia del Vaticano, quien en réplica a la petición de una revisión de las posturas rígidas sobre la moral sexual que hizo el ex abad de Montserrat, Cassiá Just, declaró: "lo que no necesitan esas personas son actitudes liberatorias; o sea, decirles que no tiene importancia y que pueden realizarse, porque estás ayudando a su desorden", en línea con la doctrina del catecismo.
Los homosexuales españoles piden el derecho al matrimonio -sólo reconocido en Holanda y en Dinamarca-y las consecuencias que de ello se derivan, desde el derecho a una pensión de viudedad, hasta la adopción. En este sentido, se topan con las mismas barreras legales que una pareja de hecho heterosexual. Zerolo marca una diferencia: "Aquellas tienen derecho al matrimonio y nosotros no".
De momento no existe ninguna iniciativa parlamentaria al respecto. La diputada y secretaria de Asuntos Sociales del PP, Ángeles Múñoz, aseguró a este periódico que el Gobierno tiene intención de presentar "una proposición que contemple a las parejas de hecho", pero no aclaró cuándo, ni si será el mismo proyecto aparcado en la legislatura anterior. El programa electoral del PP no hizo mención a la homosexualidad. Según Muñoz, "Lo que tenía que llevar no era tanto especificar unas medidas para un colectivo como una propuesta común en el marco de los derechos y las libertades".
En su opinión, es una "visión extremista y trasnochada" pensar que el PP no ha entendido al colectivo homosexual. "Entendemos perfectamente sus reivindicaciones y de hecho tenemos concejales y cargos electos que han salido publicamente declarando su homosexualidad. Hay muchos votantes del PP homosexuales y que lo primero que quieren es calidad de vida y empleo. Por eso nos votan. Estoy segura de que en la manifestación del sábado habrá muchas personas homosexuales identificadas con el PP", declaraba Muñoz la víspera de la concentración.
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