Historia sólo hay una

El informe hecho público por la Real Academia de la Historia, denunciando tergiversaciones en la enseñanaza de la misma en algunas comunidades autónomas ha causado no poco revuelo. Se tergiversa, se manipula la historia, se dice. Pero ¿qué historia? ¿La que nos han venido enseñando desde la restauración y, más concretamente, durante el fraquismo? ¿Es ésa la "verdadera" historia que desde algunas comunidades autónomas se tergiversa y manipula? Escribía el director de la Real Academia de la Historia, don Gonzalo Anes, en ABC: "Se ve enseguida, en estos casos, el planteamiento político que se da a la enseñanza de la historia -o a su ignorancia- desde hace unos veinte años, y que parece no tener otro objeto que presentar supuestas identidades nacionales en donde no las hay, y localismos que carecen de sentido al exponerlos sin las debidas conexiones generales y fuera de su contexto temporal, político y social". Permítame el lector una autocita porque es inevitable. Hace más de 30 años -el 14 de febrero de 1970- en mi columna que cada sábado aparecía en el diario Madrid, y refiriéndome a los textos que explicaban a los bachilleres "la diversidad regional" de España, escribía lo siguiente: "El hecho regional es algo que para conocer bien este país hay que tener presente. Sucede, sin embargo, que existen muchas formas de hacer patente esa presencia. Una muy curiosa la acabo de ver en un texto de Geografía de España que, debidamente autorizado por el Ministerio de Educación por O. M. de 8 de agosto de 1968, sirve para que nuestros bachilleres de primer curso empiecen a conocer el país en que viven. Dice así: 'La diversidad regional. El pueblo español, en su unidad nacional, tiene una diversidad regional muy característica. Cada región posee sus aspectos populares, manifestada en constumbres, indumentaria (trajes populares), bailes y canciones. Es riquísimo en este aspecto -del folklore- la vida española, impregnada de genialidad, sentido alegre, sentimental y espíritu apasionado. Los principales grupos son: los gallegos, de gran dulzura y sentimiento y compleja psicología; los castellanos y leoneses, austeros, concentrados y tenaces; los asturianos y cántabros, fuertes, audaces y confiados; los vascos, tenaces, fornidos y tradicionales; los aragoneses, tozudos, resistentes y sobrios; los catalanes, prácticos, sentido colectivo y trabajadores; los levantinos, artistas, alegres y expansivos; los andaluces, graciosos jaraneros y sobrios; los extremeños, aventureros y sufridos....' Esto, en realidad, no es serio. Supone una concentración de tópicos tan zarzueleros, que están pidiendo a gritos que les ponga la música adecuada un Chapí o un Chueca. Sin embargo, es un libro de texto". Fin de la autocita. Mucho me temo que don Gonzalo Anes, y no pocos académicos de la institución que dirige -y unos cuantos políticos, y no sólo de la derecha carpetovetónica que preside el señor Aznar-estarían encantados de que en lugar del Estado de las autonomías se hablase de la "diversidad regional". Diversidad regional consistente en eso: en que los gallegos son "de gran dulzura y compleja psicología", los vascos "tenaces, fornidos y tradicionales", los aragoneses, "tozudos, resistentes y sobrios", etcétera... Pero, claro, se empeñaron en reclamar la autonomía, los estatutos y las transferencias y se complicó la cosa. ¡Con lo bien que vivíamos en la España vertical de don Marcelino Menéndez y Pidal! ¡Y con su Cid! Historia sólo hay una. La de "ellos". ¡A ver si nos enterámos de una vez!fburguera@inves.es