Los 4.295 inmigrantes detenidos desde enero en Cádiz casi quintuplican los del mismo periodo de 1999
Cada vez son más las personas que intentan entrar en la próspera Europa desde África. El principal dato para calibrar esta situación es el número de inmigrantes detenidos en suelo o aguas de España -es difícil calcular cuántos logran penetrar-. Y esa cifra es lo suficientemente explícita: en los primeros seis meses de este año han sido interceptadas 4.295 personas en las costas de Cádiz, lo que supone un incremento del 460% con respecto al pasado año. El Gobierno culpa de este incremento al efecto llamada de la Ley de Extranjería y prevé que esta situación se mantendrá durante todo el verano.
El 80% de las personas que intentaron penetrar en España y, por ende, Europa, de manera ilegal durante la primera mitad del año cruzaron el estrecho de Gibraltar a bordo de pequeñas embarcaciones, en la mayoría de los casos pateras, aunque también ha habido quien se ha lanzado a cruzar los 14 kilómetros de peligrosas aguas a bordo de un hidropedal, o de barcazas caseras que apenas flotan. Los casi mil restantes llegaron al Campo de Gibraltar como polizones en los ferrys que hacen a diario la travesía entre los puertos de Ceuta y Tánger, o escondidos en los bajos de camiones y vehículos que llegaban en dichos buques desde los mencionados puertos.Desmenuzada la estadística por meses, el número de detenciones (418) aumentó en enero un 270% respecto a 1999. En febrero, y -según los representantes del Gobierno- a causa del anuncio de la reforma de la Ley de Extranjería, se registró una subida más impetuosa en la cantidad de expediciones interceptadas y un total de 732 inmigrantes acabaron detenidos. En el mismo mes del año anterior fueron 107.
Esta misma línea se mantuvo a lo largo del mes de marzo de este año, en el que el número de indocumentados detenidos sumó 708, frente a los 89 de 1999: un 800%.
Mal tiempo
Los fuertes temporales de levante en la zona del estrecho y, en general, las malas condiciones para cruzar en patera desde el norte de África parecen estar detrás del leve descenso respecto al mes anterior en el número de expediciones clandestinas interceptadas en abril, cuando se detuvo a 448 personas. Sin embargo, la tendencia al alza se mantuvo y, en comparación con el año anterior, el incremento fue del 360%.
Mayo y junio han sido los meses en los que se han superado todas las cifras anteriores. Destaca el incremento en la llegada de inmigrantes procedentes de países del área subsahariana, lo que, en cierto modo, empieza a preocupar a las autoridades, que consideran que en unos años el fenómeno de la inmigración magrebí puede tocar techo para dejar paso a la llegada de personas de esa zona.
En estos dos meses, los agentes de la Guardia Civil y del Servicio de Vigilancia Aduanera detuvieron a 936 y 1.053, respectivamente, personas que intentaban entrar en España de manera ilegal. En el mismo periodo de 1999 fueron 261 y 199 los detenidos, lo que supone un aumento de casi un 400% y de más de un 500%, respectivamente.
Las autoridades españolas insisten en que el que se ha denominado efecto llamada motivará que se mantengan estas cifras a lo largo del verano, principalmente hasta el 31 de julio, el día que, según las versiones oficiales, están utilizando las mafias para animar a los candidatos a cruzar el estrecho, ya que les asegura que todos los inmigrantes que se encuentren en España antes de esa fecha podrán quedarse sin problemas debido al proceso de regularización en curso.
La avalancha de inmigrantes no cesa. La Guardia Civil localizó en las últimas horas de ayer a un total de 51 personas, entre las que se encontraban un menor de edad y una mujer. La expedición más numerosa estaba integrada por 32 magrebíes, que fueron interceptados en Punta Paloma, en Tarifa. A lo largo del día de ayer estaba previsto devolver a Marruecos a unas 80 personas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.