La discusión sobre aranceles posterga la entrada de Chile en Mercosur

La discusión por el elevado arancel externo común del Mercosur, estimado en un promedio del 15% para las importaciones que llegan desde terceros países, postergó la incorporación plena de Chile al bloque económico que integran Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. La cumbre de presidentes de esos países que se inauguró ayer en Buenos Aires se quedó así en declaraciones, compromisos a futuro y sin fuerzas para sostener el "relanzamiento" del Mercosur que anunciaban los optimistas funcionarios argentinos en los días previos.

En la cumbre participan también el presidente de Chile, Ricardo Lagos, y el canciller de Bolivia, Javier Murillo, además de Javier Solana, como observador y en representación de la Unión Europea. A cambio del demorado ingreso de Chile, al que debería suceder luego el de Bolivia, los presidentes de Argentina, Fernando de la Rúa; de Brasil, Fernando Henrique Cardoso; de Uruguay, Jorge Batlle; y de Paraguay, Luis González Macchi, parecían dispuestos ayer a firmar el acuerdo para el nuevo régimen automotor, que se discutía desde 1998 y que había provocado estados de tensión y de conflicto entre los cuatro países miembros del Mercosur.Las nuevas reglas elevan los aranceles para el ingreso en el bloque regional de automóviles y componentes, a la vez que garantiza a los proveedores de la industria automotriz en Argentina la venta de sus productos a las fabricas terminales instaladas en el país. El arancel para importar coches y camiones será del 35%. Para que circulen con arancel cero entre Argentina y Brasil, los vehículos deberán tener un 60% de partes hechas en el Mercosur.

El canciller brasileño Luiz Felipe Lampreia recordó que todavía queda por discutir el acuerdo sobre el azúcar, "lo único que nos queda fuera". Argentina cobra al azúcar brasileño el mismo arancel que a terceros países, como compensación por el subsidio de Brasil a sus productores.

Limitar las ayudas

Los ministros de Economía de Brasil y Argentina acordaron también que antes de marzo de 2001 se van a limitar los incentivos a la producción y a la inversión, y a tratar de eliminar los subsidios a la exportación dentro del Mercosur. La política de subsidios de algunos estados brasileños fue duramente criticada por el gobierno argentino porque, según denuncias de la Unión Industrial Argentina, había provocado la "fuga" de empresas que se radicaron en Brasil.

El ministro de Hacienda chileno, Nicolás Eyzaguirre, dijo que "el Mercosur es fundamental para Chile", pero advirtió a la vez de que su país no esta dispuesto a "revisar la política arancelaria". El arancel externo de Chile es un 4% más bajo que el promedio del Mercosur. La discusión, trabada en ese punto, se colocó "bajo un paraguas para que Chile pueda participar de las negociaciones donde se trata de integrar el área de servicios", según admitieron los ministros de Brasil, Argentina y Chile.

Para Eyzaguirre, "Chile debe continuar con total independencia del Mercosur en materia de política arancelaria". Según Lampreia, "el Mercosur no piensa congelar su protección arancelaria en forma indefinida".

La idea de los ministros de Economía de Argentina y Brasil es avanzar en un calendario para reducir los aranceles externos del Mercosur hasta un nivel que permita la incorporación plena de Chile el año próximo. El canciller argentino Rodríguez Giavarini dijo que "lo más importantes es lograr que se achiquen las diferencias".