Vecinos de los Jerónimos reciben con aplausos el 'proyecto Aldaz'
Vecinos del barrio de Jerónimos acogieron ayer con aplausos el plan, alternativo al cubo de Rafael Moneo, expuesto por el arquitecto Pablo Aldaz. Aldaz, que mantiene intocado el claustro de la iglesia, brinda un cauce a la expansión del museo hacia una zona de servicios lateral del Jardín Botánico. Empero, una perforadora trabaja desde hace apenas unos días en el claustro de los Jerónimos. El patio ha comenzado a ensacharcarse. Tal actuación es ilegal, dicen los vecinos. Su lucha continúa.
Los vecinos del barrio de Jerónimos unificaron ayer los tres frentes de la lucha que siguen desde 1997 contra los efectos de la expansión del Museo del Prado. Para sus dirigentes vecinales, Francisco Iglesias, Paloma Gómez-Embuena y José Durán, el claustro de la iglesia de San Jerónimo el Real, el Casón del Buen Retiro y el Museo del Ejército forman una misma unidad reivindicativa. Consideran que estos tres hitos monumentales del mismo barrio se encuentran amenazados por la anunciada expansión.Del claustro de San Jerónimo (1672), que atribuyen al tratadista fray Lorenzo de San Nicolás, dicen que el anunciado cubo de Rafael Moneo exige inicialmente su derribo. Del Casón del Buen Retiro, aseguran que las aguas subteráneas que hostigaban su cimentación, al ser desviadas por la atarjea perimetral que en la actualidad se construye para protegerlo, amenaza ahora con inundar el barrio. (Este dato no pudo ser técnicamente contrastado). Y del Museo del Ejército, al que califican como el mejor museo de historia militar del mundo, destacan que ha comenzado una sutil actuación para ir cerrando salas y ocultar sus fondos, con miras a iniciar su traslado a un enclave subterráneo del Alcázar de Toledo. A su juicio, ello contraviene las normas de protección de la Unesco en ciudades Patrimonio de la Humanidad, como es el caso.
"Acabo de recibir un mensaje de Rafael Simancas, concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, que se solidariza con nuestra reivindicación de mantener en Madrid el Museo del Ejército y nos autoriza a emplear su nombre", señalaba ayer José Durán, presidente de la Asociación de Amigos del Museo. "Saludo al representante del Partido Popular del distrito de Retiro que nos acompaña", añadió. "Como ven, unos y otros nos apoyan. Pero nadie, en la alta clase política, se atreve a enfrentarse a esa decisión ilegal", señaló Durán, que admitió la posibilidad de llevar a Toledo un museo militar del siglo XX y dejar el histórico en Madrid. Los dirigentes vecinales aseguran que al presidente del Gobierno, José María Aznar, reveló al arzobispo de Madrid, cardenal Rouco, que la ampliación del Prado a costa del claustro "es una cuestión de Estado". Para Paloma Gómez Embuena, secretaria de la entidad vecinal, "la jerarquía eclesiástica simplemente ha hecho un trueque: por ceder, la Iglesia recibe 1.015 millones".
Pero no todo fueron ayer críticas en la reunión convocada por la asociación vecinal. También hubo aplausos, y cálidos, hacia la propuesta del arquitecto Pablo Aldaz (EL PAÍS, sábado 24 de junio), que señala una zona trapezoidal del Jardín Botánico, hoy dedicada a servicios, como alternativa natural a la expansión del Prado.
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