ONU, OCDE, Banco Mundial y FMI pactan un plan de choque contra la pobreza
Los cuatro organismos alertan de la inseguridad que genera la falta de riqueza
"La pobreza, en todas sus formas, es el mayor desafío para la comunidad internacional", afirman los máximos responsables de la ONU, la OCDE, el Banco Mundial y el FMI en un documento conjunto -Un mundo mejor para todos- presentado esta semana en Ginebra. Los cuatro urgen a los países ricos a reducir "la pobreza, en todas sus formas", a la mitad de aquí a 2015, no sólo porque el mundo será así mejor, sino porque será "más seguro". Para reducir la pobreza, afirman, "no basta con el crecimiento económico": hay que invertir en educación y sanidad.
"El crecimiento económico, si quiere tener una base amplia y ser sostenible, requiere invertir en la gente, en su salud, su educación y su seguridad", aseguró en su discurso de apertura el secretario general de la ONU, Kofi Annan. "Además", añadió, "el crecimiento no garantiza por sí mismo que la mayor parte de la gente tenga la oportunidad de vivir con dignidad y plenitud; una sociedad sana es aquella que cuida de todos sus miembros y les da la oportunidad de participar en las decisiones que afectan a sus vidas". Annan, con esta declaración de principios, argumentó que "el bienestar económico y el bienestar social no son conceptos separados", y pidió a los países ricos que "abran más sus mercados", que ofrezcan "más claras condonaciones de la deuda externa" y " más fondos, y mejor enfocados, a la ayuda al desarrollo". Todo ello con un objetivo: reducir a la mitad la pobreza de aquí a 2015. ¿Y eso cómo se mide? Los cuatro principales organismos multilaterales han resumido en siete puntos ese reto con la idea de que las mejoras puedan cuantificarse.
Los cuatro (OCDE, Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y ONU) concentran su "mayor preocupación" en los 1.200 millones de personas que viven en el mundo con menos de un dólar (178 pesetas) de renta diaria. Son muchos, sobre una población de 6.000 millones de personas, que será de 7.000 millones en 2015. Y no malviven sólo en los países en desarrollo, sino también "en los márgenes" de las sociedades ricas.
Reducir a la mitad el número de personas que viven con un dólar o menos al día de aquí a 2015 es sólo el primero de los siete objetivos marcados por la ONU y los tres organismos económicos para luchar contra la pobreza. Los otros seis tienen carácter social y definen mejoras cuantitativas en educación, sanidad y medio ambiente.
Garantizar que todos los niños del mundo estarán escolarizados en enseñanza primaria en 2015 es el segundo y más destacado objetivo. Annan resumió este reto con una pregunta: dentro de 15 años habrá decenas de millones de niños en edad escolar. ¿Cómo sería el mundo con decenas de millones de jóvenes intentando, sin éxito, buscar un empleo?
El tercer objetivo también urge a invertir más en educación, pero esta vez para reducir la discriminación por sexo. Para 2005, instan los cuatro, todos los países del mundo deberían comprometerse a que su tasa de escolarización en primaria y secundaria sea igual para niñas y niños.
Los tres siguientes objetivos pretenden mejorar la salud, pues el sida, la mortalidad infantil y la mortandad por enfermedades que tienen curación se ceban en los pobres. La malnutrición infantil, resalta el informe de los cuatro, reduce la capacidad física y mental de quienes la padecen y, por tanto, es un factor que alimenta la espiral de la pobreza.
Los tres objetivos sanitarios son reducir la tasa de mortalidad infantil en 2015 a un tercio de lo que era en 1990; rebajar la mortalidad ligada al parto (de mujeres y bebés) en 2015 a una cuarta parte de la tasa de 1990, y garantizar que todo el mundo tendrá acceso, antes de 2015, a los sistemas de control de natalidad. El séptimo objetivo, medio ambiente, es más genérico. Insta a desarrollar estrategias de crecimiento sostenible antes de 2005 y a asegurar que en 2015 las políticas económicas estarán diseñadas para recuperar los recursos naturales destruidos en los últimos años.
De los siete objetivos, el único que puede cumplirse si se mantiene la tendencia de la última década es la reducción del número de pobres (que viven con menos del dólar diario) a la mitad. Claro que los logros de la última década tienen un reparto muy dispar: ha disminuido el porcentaje de pobres de solemnidad en el este de Asia y en el Pacífico, pero se mantiene en el África subsahariana y es un problema en crecimiento en Europa y Asia centrales.
Las conclusiones de la reunión de Ginebra, que termina el viernes, serán remitidas como recomendaciones a los siete países más ricos del mundo (G-7), que, junto con Rusia, se reúnen el mes próximo en la ciudad japonesa de Okinawa. Esas conclusiones servirán además como documento de partida para la Cumbre del Milenio, que se celebrará en septiembre en Nueva York.
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