La crisis del precio de los libros planea sobre el Congreso de Editores

La polémica desencadenada por el decreto ley que permite la libertad ilimitada de descuentos en el precio de los libros de texto planea sobre el III Congreso Nacional de Editores, que se inaugura hoy en Bilbao bajo el lema Editar para leer. José Manuel Lara Bosch, consejero delegado del Grupo Planeta, que hablará esta tarde sobre el concepto de libro, afirmó ayer que la "extraña y peligrosa" medida adoptada "perjudicará a la rotación de los libros".

Los editores intentan con todas sus fuerzas que su tercer congreso, que finalizará el próximo sábado, pueda seguir un desarrollo normal y abordar con cierta tranquilidad todos los temas de trabajo previstos. En la memoria de todos está lo que sucedió hace dos años en el congreso de Benalmádena, cuando el descuento del 12% en el precio de los libros de texto se convirtió en monotema y donde el anterior director general del Libro, Fernando Rodríguez Lafuente (actual director del Instituto Cervantes), recibió una bronca monumental. "Creemos que este año no pasará", afirmó ayer un directivo de la Federación de Gremios de Editores de España; "entre otras cosas, porque entonces Rodríguez Lafuente hizo unas declaraciones insustanciales y provocativas que enfurecieron a todos. Los editores sabemos que tanto Fernando de Lanzas [director general del Libro] como Luis Alberto de Cuenca [secretario de Estado de Cultura] han luchado por el precio libre de los libros y se han manifestado en contra de la libertad de descuentos"."Falta información"

Las declaraciones realizadas ayer por José Manuel Lara Bosch, que representa al grupo editorial español más importante, sobre el conflicto de los descuentos libres eran esperadas como agua de mayo por libreros y editores. El consejero delegado del Grupo Planeta dejó muy clara su posición. "Estoy muy sorprendido por la medida adoptada. Hay alguna información que nos falta y que espero que algún día nos dé la Administración. Estoy sorprendido porque se nos había anunciado que la fijación de los precios no la harían los editores, sino que se produciría después en los puntos de venta. La segunda sorpresa es que se ha adoptado una fórmula muy extraña, atípica, un invento incomprensible. No tiene sentido que los editores pongan un precio fijo y que se apliquen luego descuentos libres en los puntos de venta, salvo que se quiera malbaratar los libros".

Lara Bosch explicó que aunque su grupo no se siente directamente afectado porque casi no edita libros de texto, sí lo está indirectamente porque a la larga afectará a la producción de libros y a la cultura en general. "Se perjudicará seriamente a la rotación de los libros de fondo, por ejemplo. Las grandes superficies harán una política de marketing muy agresiva y se desplazarán las ventas de las pequeñas y medianas librerías a los grandes centros. Muchas tendrán que cerrar, y cuando falten esos puntos de venta, ¿quién venderá libros de poesía?". Y eso, añadió, también afectará a los editores, a una parte importante de ellos "que hacen libros de elevado nivel y calidad, y también a los minoritarios. ¿Dónde colocarán sus libros?"

Lara Bosch se mostró extrañado por la falta de información. "Es muy difícil entender por qué lo han hecho. No creo que con esta medida baje el precio medio de los libros ni el IPC, ni que crezca el mercado. Es necesario que nos lo expliquen".

El consejero delegado del Grupo Planeta hablará esta tarde sobre El concepto de libro. Filosofía de negocio y producto final, en una ponencia moderada por Josep Maria Boixareu, de Editorial Marcombo, en la que también intervendrá el director de la Real Academia Española, Víctor García de la Concha.

El presidente de la Federación de Gremios de Editores de España, Josep Lluís Monreal, afirmó ayer: "El tema del precio fijo con descuentos libres que se ha adoptado es muy grave y lo tendremos en cuenta, pero las ponencias que se presentan son también importantes y deben desarrollarse normalmente".

Panorama sombrío

Antonio María de Ávila, director ejecutivo de la federación, explicó que los editores harán hoy una declaración institucional. "Están muy preocupados y molestos. Creo que todo irá bien, pero como el congreso actúa como asamblea soberana, no sé qué pasará". El panorama llegó a ser tan sombrío en algún momento que los editores se dan casi con un canto en los dientes por "haber salvado el resto de los libros" de los descuentos ilimitados, como dijo De Ávila. Les consuela el punto 4 del artículo 38 del real decreto, que se refiere a los libros de texto: "Queda prohibida la utilización del libro como reclamo comercial para la venta de productos de naturaleza distinta". "Seguro que esto ha molestado mucho a las grandes superficies", dijo De Ávila.

Es probable que esta tarde se celebre en Bilbao, a puerta cerrada, otra reunión de los representantes de libreros, editores y distribuidores. En el congreso, al que asistirán editores de toda España, se debatirán, entre otros temas, cómo ganar lectores; la ley de propiedad intelectual frente a los cambio tecnológicos; el comercio exterior español como recurso exportable; la edición en lenguas de ámbito demográfico limitado; la dimensión de la empresa editorial y la edición universitaria e institucional.