El Hollywood árabe estrena unos enormes estudios a la sombra de las Pirámides

Tres millones de metros cuadrados, una veintena de estudios y diez decorados exteriores constituyen las nuevas infraestructuras con las que cuenta el Hollywood árabe desde que a principios de este mes el presidente egipcio, Mohamed Hosni Mubarak, inaugurara el complejo de estudios A de la Ciudad de la Imagen, a 10 kilómetros de las Pirámides de Guiza. Con varios platós que rondan los mil metros cuadrados y las últimas dotaciones tecnológicas, los nuevos estudios de Egipto, los mayores de Oriente Próximo, esperan atraer a productores de todo el mundo.

Las calles de Alejandría están inusualmente desiertas. Ni siquiera el barbero se ha quedado a vigilar la puerta entreabierta de su negocio. Y lo que es más grave, en el primer piso de la casa de Saad Zaghloul, el héroe egipcio de la lucha contra la ocupación británica, se ha instalado una enfermería. Al llegar al edificio de la Bolsa, se descubre la causa: es sólo una fachada. No hay parqué, ni brokers, ni compraventa de acciones. Se trata de uno de los decorados de exteriores de Cairowood, la nueva Ciudad de la Imagen de Egipto, a 10 kilómetros de las Pirámides de Guiza.En total son tres millones de metros cuadrados que albergan una veintena de estudios dotados con las más modernas tecnologías electrónicas y digitales, diez decorados de exteriores y espacios para construir muchos más. Los míticos estudios Cinecittà, a pocos kilómetros de Roma, ocupan 400.000 metros cuadrados y cuentan con 22 escenarios. Los más modernos Shepperton, en las afueras de Londres, apenas llegan a los 200.000 metros cuadrados distribuidos entre 17 estudios de varios tamaños y zonas de rodaje al aire libre.

Del golfo al océano

Egipto ha sido desde siempre la meca del cine árabe. Sus películas y, sobre todo, sus series de televisión han popularizado el dialecto egipcio entre los 260 millones de personas que hablan árabe desde el golfo Pérsico hasta el océano Atlántico, por encima incluso de rivalidades políticas. Pero la generalización de las parabólicas, primero, y, más recientemente, de Internet, constituía un reto. Con el deseo de seguir manteniendo su liderazgo mediático, e incluso atraer compañías de cine y televisión extranjeras, las autoridades egipcias pusieron en marcha hace tres años el desarrollo de la Ciudad de la Imagen, que el pasado día 8 inauguró los mayores estudios de Oriente Próximo.

"Con la globalización y cielos abiertos no podemos permitirnos el aislamiento", admite Nabil Osmán, director del Servicio de Información del Estado. "Tampoco podíamos frenar la llegada de lo que inevitablemente vendría, así que concebimos este proyecto para dar la posibilidad de elegir a los egipcios", añade este hombre entusiasta que se encuentra entre los principales asesores del presidente Hosni Mubarak en materia de comunicación.

Las localizaciones exteriores de la Ciudad de la Imagen recrean desde el Egipto faraónico hasta una playa, una típica aldea del delta del Nilo o un parque de atracciones, que estarán abiertos al público siempre que no haya un rodaje. El conjunto se completa con un auditorio con capacidad para 1.000 personas y un hotel de 200 habitaciones, que contará con un centro comercial, otro de conferencias, varias salas de cine y zonas de aparcamiento. El proyecto incluye también la construcción de una escuela de cine y un centro de formación que espera preparar a 3.000 estudiantes al año.

De momento, la televisión egipcia ya está grabando allí Ópera Aida, una telenovela sobre las andanzas de una enfermera, Aida, que mata a sus pacientes. Y, con un poco de suerte, es posible encontrarse con la conocida actriz egipcia Fatem Hanna que rueda otra serie sobre los líos de una divorciada con hijos. Varios estudios más han sido alquilados por las cadenas árabes Orbit y Al Yasira, cuya independencia le ha obligado recientemente a trasladar su sede de Qatar a Londres.

"El objetivo es alcanzar las 3.500 horas de grabación al año, entre interiores y exteriores", explica una portavoz de la Ciudad de la Imagen. "Deseamos ofrecer un servicio completo de grabación y producción para las compañías de cine y televisión que deseen contratar nuestros servicios", añade la fuente. No sólo se facilitan las infraestructuras, también el elemento humano. Profesionales y trabajadores especializados tienen en Egipto costes salariales inferiores a los de otros países.

La Ciudad de la Imagen ofrece además una zona libre para los medios de comunicación, donde tanto compañías egipcias como extranjeras pueden trabajar sin las restricciones y censura habituales en Egipto. En esa área será posible desde imprimir un libro o un periódico hasta grabar películas y anuncios publicitarios o emitir por satélite sin pasar el control de las autoridades. Y, por primera vez, se contempla la posibilidad de que los particulares egipcios puedan ser propietarios individuales de medios de comunicación.

La propia empresa, Egyptian Media Production City, es una experiencia innovadora en Egipto de joint-venture (sociedad de riesgo compartido) en el terreno audiovisual. El capital de 1.450 millones de libras egipcias (unos 72.500 millones de pesetas al cambio actual) está repartido a partes iguales entre la Radiotelevisión Estatal Egipcia y un consorcio privado de bancos, aseguradoras, otras compañías e inversores privados, para los que se ha reservado un 10% de las acciones.