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Las esculturas de Rodin reinauguran la sala de arte contempóraneo del museo

VIENE DE LA PÁGINA 1 "La sombra y la luz son una lengua con la que se puede expresar todo". Esta cita de Auguste Rodin preside una de las salas de la exposición, iluminada en buena parte de superficie por la luz natural que se cuela por la cristalera desde la que se ven los árboles del parque de Doña Casilda. El director del Museo Rodin y comisario de la muestra, Jacques Vilain, aseguró que el montaje de Bilbao hubiera gustado al autor, partidario de la luz del sol para ambientar sus obras. "Así cambian los matices en la pátina del bronce", explicó Vilain.

La exposición de Rodin reinauguró ayer la sala de arte contemporáneo, en el primer piso del edificio moderno del Museo de Bellas Artes. Para su reapertura, tras las obras de remodelación que le han permitido ganar unos metros al incorporar el espacio ocupado anteriormente por la escalera y unas pequeñas dependencias de administración, la sala ha sido pintada en un suave color verde manzana sobre el que se recorta la silueta de los bronces de Rodin. El suelo, antes cubierto por un mármol pulido que brillaba en exceso, es ahora de madera.

Varias esculturas han sido colocadas directamente sobre el suelo, sin utilizar pedestal. Vilain recordó que ésa fue la innovadora manera elegida por el autor para mostrarlas al público por vez primera. "En la época de Rodin, hacerlo era considerado una herejía", explicó. "Era como presentar un cuadro sin marco. Rodin buscaba un contacto directo, sin barreras entre la obra y el público, que entonces resultó revolucionario".

La sencillez y la claridad de la exposición fue alabada por Vilain por su capacidad para "resaltar el valor de las obras". En su opinión, las piezas de arte no resultan exactamente iguales en entornos diferentes, sino que varía "como la música cambia cada vez que se toca". El montaje del Museo de Bellas Artes supondrá la tercera modificación de la muestra en lo que va de año, después de ser exhibida en Sevilla y en Valencia, con ligeras variaciones en su contenido. Las piezas de Rodin estarán en Bilbao hasta el 30 de septiembre.

El Museo Rodin pretende acercar la obra del escultor francés a países con los que tuvo alguna relación. La exposición recuerda la amistad que unió a Rodin con el pintor Ignacio Zuloaga, y el viaje que les llevó juntos en 1905 a Madrid, Toledo, El Escorial y Andalucía.

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