Villalobos rectifica sus planes de recortar 1.000 millones al centro de Barbacid
Sanidad comunicó al gerente del CNIO su decisión de congelarle los presupuestos
Sanidad pretendía, como publicó ayer este diario, recortar los presupuestos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), dirigido por Mariano Barbacid, de los 3.300 millones previstos para 2001 a sólo 2.300 millones. El plan, según fuentes sanitarias, fue comunicado por el secretario general del Instituto de Salud Carlos III, Enrique González Estefani, al gerente del CNIO, Lorenzo Rodríguez. Ayer, la ministra Celia Villalobos dio marcha atrás y prometió, en unas ambiguas declaraciones radiofónicas, la financiación prevista, que vinculó a las aportaciones privadas.
El objetivo inicial de Sanidad, tal como le fue comunicado al CNIO, era recortar en 1.000 millones los fondos previstos para 2001. Según los colaboradores de Barbacid, los 2.300 millones resultantes hubieran sido suficientes para terminar el edificio, pero hubieran impedido la adquisición de equipos básicos.Algunos asesores de Villalobos han asegurado a la ministra que las líneas de investigación que persigue Barbacid son obsoletas o constituyen "vías muertas". Según fuentes próximas al científico, que no ha querido hacer ningún tipo de declaración, Barbacid tiene tomada la decisión de presentar su dimisión inmediata en caso de que la dotación prevista para 2001 sufra una reducción respecto a los 3.300 millones.
Este diario ha confirmado que el plan de recorte fue presentado al CNIO por González Estefani, secretario general del Instituto de Salud Carlos III, la gran entidad española de investigación sanitaria, controlada directamente por Sanidad.
Pese a ello, Celia Villalobos aseguró ayer en el programa Protagonistas de Onda Cero, dirigido por Luis del Olmo, que lo publicado por este diario era "absolutamente falso". "Yo he sido la primera sorprendida. No tiene ningún fundamento", afirmó. En declaraciones a la cadena SER, Villalobos negó que haya pensado prescindir de Barbacid y fue más allá, al afirmar que Barbacid "no ha pensado en prescindir de su CNIO".
A la pregunta de si podía asegurar que en el 2001 habrá 3.300 millones para el centro, la respuesta de Villalobos en Onda Cero fue: "No, no; será lo que haga falta. El problema es que hacen falta muchísimos millones". La ministra apeló a la necesidad de implicar a las empresas en la financiación de la investigación.
EL PAÍS intentó ayer de nuevo, y otra vez sin éxito, obtener la versión expresa y precisa de algún responsable ministerial. El presidente del Insalud, Rubén Moreno, y el director del Carlos III, Antonio Campos, declinaron hacer comentarios aduciendo que la ministra ya se había pronunciado.
A tenor de las declaraciones de Villalobos, y teniendo en cuenta los mensajes internos al CNIO, la ministra ha dado marcha atrás en sus intenciones de recortar los presupuestos.
Pero sus palabras no acaban de despejar las dudas. La ministra dijo en Onda Cero: "Estoy buscando dinero para el doctor Barbacid. Hay una partida presupuestaria para hacer un edificio y para dotarlo de medios. Lo que estamos buscando es una financiación para muchos años y para que pueda investigar en condiciones". Y añadió: "En los presupuestos de 2001 estamos analizando las bases del presupuesto, pero para nada hemos planteado ni pensado que el Instituto de Oncología sufra mermas en el poco dinero que ya tiene".
La expresión es ambigua, como lo fue el lunes la ofrecida por la Dirección General de Presupuestos del ministerio. La razón es la siguiente: el presupuesto del CNIO para el presente año es de 2.300 millones. Estaba previsto aumentarlo a 3.300 millones en 2001. Y lo que Sanidad pretendía hasta ayer era recortar esa cifra hasta 2.300 millones, que es lo mismo que tiene este año. La promesa de la ministra de que el CNIO no sufra "mermas en el poco dinero que ya tiene" es, por lo tanto, compatible con el recorte que conduciría a la dimisión de Barbacid. Ninguna fuente de Sanidad quiso aclarar ayer este punto.
Villalobos tampoco aclaró cuáles son las intenciones de su departamente sobre otro proyecto estrella de su predecesor, José Manuel Romay: el Instituto Cardiovascular que debería empezar a construirse el año que viene, y que iba a dirigir el prestigioso biólogo hondureño Salvador Moncada.
Fuentes cercanas a la negociación aseguran que los 1.600 millones previstos en 2001 para ese proyecto corren también el riesgo de esfumarse. Las mismas fuentes indican que hay presiones internas para detener ese proyecto en favor de un instituto similar que sería construido en Valencia. El actual presidente del Insalud, Rubén Moreno, fue subsecretario de la Agencia Valenciana de Salud.
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