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LAS ESTRATEGIAS PARA LA PAZ La 'firmeza democrática' del Partido Popular JOSU MONTALBÁN

Empieza a ser preocupante la actitud del Partido Popular en los últimos tiempos. Resulta paradójico, a la vez que absurdo, el alarde de "firmeza democrática" que proclaman mientras se niegan a acudir a una llamada del lehendakari, Juan José Ibarretxe, alegando que aún no observan ningún retorno del PNV a las posiciones democráticas, porque la firmeza democrática les debiera llevar a no confundir churras con merinas; es decir, a no mezclar la lucha partidista con la llamada del presidente de todos los vascos. Si el desplante de Ibarretxe al presidente Aznar fue una insensatez, los sucesivos desplantes de Carlos Iturgaiz a Ibarretxe son otras insensateces de idéntica magnitud. Insensateces que poco tienen que ver con la firmeza democrática, incluso poco tienen que ver con la democracia en sí.Las ultimísimas declaraciones de los líderes del Partido Popular en el País Vasco, acompañados por el secretario general nacional del partido, Javier Arenas asistente al congreso de su partido en Vizcaya, han sido dictadas por la euforia y el ansia de poder, pero no colaboran nada en la solución de los problemas vascos, caracterizados, además de por la lacra terrorista, por el enrarecimiento de la convivencia y la fractura social. Ante estos problemas, que ya forman parte de la cotidianeidad en todos los ámbitos, tras superar el espacio de la política, sólo la mano tendida y el acuerdo entre diferentes son caminos correctos. Por tanto, ¿cómo negar algo tan elemental y básico como el diálogo?

El PP viene proclamando con excesiva contundencia su estrategia y su verdad como si no pudieran existir otras. Es más, se ha permitido el lujo de desacreditar las verdades y estrategias de los otros, aunque coincidieran con las suyas en lo básico, sólo porque algún matiz las diferenciaba. José María Aznar, incluso se permitió aconsejar a los socialistas que siguieran a su lado porque era el único camino. Pero Euskadi tiene varias interpretaciones posibles y por eso caben varias verdades, varias estrategias y varios caminos. Mientras se respeten la vida y los derechos humanos, cabe emprender diversos itinerarios, aunque lo mejor será que el itinerario elegido sea aceptado por todos los vascos y se planifique en foros en los que todos nosotros estemos presentes con ánimo constructivo.

Sin embargo, el PP ha anunciado por boca de Javier Arenas que están dispuestos a quedarse solos, y ya se ha quedado solo, una vez más, rechazando dialogar con el lehendakari Ibarretxe. Del mismo modo que se quedaron solos el pasado viernes, en el Parlamento vasco (junto a EH y EA), ante la votación de la propuesta del PSE-EE para que se cree una mesa de diálogo en la que participen todas las fuerzas políticas: solos dentro del bloque no nacionalista (PSE, IU y UA votaron a favor de la iniciativa) y solo en el bloque democrático (pues únicamente Eusko Alkartasuna votó como el PP). Y todo esto en base a la pretendida firmeza democrática.

Para Iturgaiz, la actitud del PSE al proponer dicho foro distancia a los socialistas del PP y de la firmeza democrática, como si fuera precisamente el PP el cofre que contiene las esencias de la democracia.

No considero necesario aclarar que el fracaso nacionalista ha sido flagrante en lo que respecta a la pacificación y la vertebración del País Vasco, pero aplíquese la derecha vasca no nacionalista su cuota de responsabilidad. Primero, por la desidia mostrada hasta hace seis o siete años, tiempo en que el PNV alcanzó mayorías importantes con los votos prestados de muchos acomodados que, aunque no confiaban en las tesis nacionalistas, depositaron sus capitales y poderes económicos en el conservadurismo del Partido Nacionalista Vasco para que el socialismo no progresara en exceso. Segundo, por el escaso alcance del acuerdo que el Gobierno de Aznar mantuvo con el PNV en la anterior legislatura, que no abordó la materia más importante, la paz y el terrorismo. Tercero, por fin, por el atalayamiento actual en esa torre que ahora llaman "firmeza democrática", que les impide acuerdos y consensos, incluso el diálogo.

Ahora da la impresión de que ha sido el PP el que ha inventado la democracia. Juega a ser el único valedor de la ética democrática aunque niega, precisamente, los instrumentos que hicieron posible su descubrimiento en la vieja Grecia: los foros y el diálogo. No cabe desatino mayor en esta Euskadi nuestra en que la discordia es mucho mas contundente que la concordia y las palabras tienen un significado tan diferente para quien las dice y para quien las escucha.

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"¿Tu verdad? No, la verdad, y ven conmigo a buscarla; la tuya guárdatela", escribió Machado. ¿Por qué negar una mesa de diálogo en la que buscar la verdad que nos sirva a todos, aunque tengamos que guardar en la trastienda la nuestra?

Josu Montalbán es portavoz del PSE-EE en las Juntas Generales de Vizcaya.

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