Washington y la OTAN estudian una salida negociada de Milosevic
La Administración Clinton está explorando con algunos de sus aliados de la OTAN y Rusia la posibilidad de que se permita al presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, abandonar su puesto con garantías para su seguridad y sus ahorros, según altos funcionarios estadounidenses y de la Alianza. Varias propuestas han sido presentadas a Washington y Atenas durante las últimas semanas.
Los funcionarios subrayan que las conversaciones son informales y delicadas y hacen especial hincapié en que la Administración estadounidense no está preparando ninguna oferta para Milosevic -acusado por el Tribunal Penal para los crímenes en la antigua Yugoslavia-, y en que no lo hará. Por otra parte, "si se nos presentara una difícil y rápida oferta que sacara a Milosevic del poder, tendríamos que pensárnoslo mucho antes de decir que no", asegura un alto funcionario estadounidense. Otro funcionario asegura que EEUU condenaría cualquier propuesta que permitiera a Milosevic ir a algún sitio que no fuera el tribunal de crímenes de guerra de La Haya. "Ésa es nuestra política", dice. "Pero si actuaríamos para pararlo o consentiríamos calladamente es otra cuestión", afirma, aunque añade cuidadosamente: "No ha habido una discusión formal sobre esto, que yo conozca".
La cuestión del futuro de Milosevic surgió el verano pasado, tras el fin de la guerra de Kosovo, según los funcionarios. Pero Washington rechazó cualquier discusión sobre un trato. Durante las últimas semanas EEUU y Grecia -uno de los países que más activamente están explorando las posibilidades de la salida de Milosevic- han recibido propuestas de emisarios que afirmaban ser enviados por el presidente yugoslavo. Lo que está menos claro es si tienen su total autorización y si Milosevic quiere realmente hacer un trato o simplemente intenta "ver cómo está el terreno", según un funcionario estadounidense. "Lo que nunca haríamos es hacerle una oferta porque, sencillamente, se la meterá en el bolsillo".
Un trato, incluso sin claras huellas dactilares estadounidenses, pondría al vicepresidente Al Gore en una difícil posición durante la campaña electoral para la presidencia y podría socavar al tribunal internacional que acusó a Milosevic.
Tampoco está claro por qué Milosevic querría abandonar ahora el poder, advierten las fuentes. Mientras su posición se desintegra lentamente, a medida que lo hace la economía yugoslava, su actual puesto es, probablemente, el sitio más seguro para él. "Le sería duro confiar en las garantías de alguien, dentro o fuera del país", asegura un funcionario. Dentro de su partido Milosevic ha asegurado que es importante aguardar a que termine la Administración Clinton y que un futuro presidente George Bush sería más "realista" respecto a Serbia y tendría menos rencor acumulado tras la guerra de Kosovo.
Sin embargo, Clinton sacó el tema del futuro de Milosevic en su reciente reunión con el presidente ruso, Vladímir Putin, según han contado funcionarios rusos a empleados de la OTAN. De acuerdo a estas informaciones, Putin dijo a Clinton que Miami le parecía tan buen lugar para Milosevic como Moscú. .
La Administración Clinton ha convertido la salida de Milosevic en uno de los principales objetivos de su política y le considera el mayor obstáculo para la democratización y la estabilidad del sureste de Europa.
"Hay un gran interés en Washington por estas propuestas", dice un funcionario de la OTAN. "Ellos no pueden ser vistos negociando. Pero están mandando señales de que si recibieran una buena propuesta, sería seriamente considerada. Si escribes sobre ello, será negado. Pero es la mejor solución para todos y podrían presentarlo como una victoria, como su cabeza en una bandeja", asegura.
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