El PSE buscará hoy un acuerdo de última hora con PNV y PP para crear una mesa de diálogo

El PSE quiere darle un vuelco a la actual situación política vasca. Pretende que su propuesta de crear una mesa de diálogo entre los partidos, que se debatirá hoy en el Parlamento, marque un punto de inflexión, y para ello hará un esfuerzo de última hora para buscar un acuerdo con el PNV y el PP. Los socialistas desempolvan el manifiesto electoral que presentaron Jesús Eguiguren y Fernando Buesa el mismo día en que ETA asesinó a éste último y en el que se comprometen en exigir respeto a los poderes del Estado con lo que "decidan -poco o mucho- los partidos vascos".

El PSE espera reunirse hoy, antes del debate de su propuesta, previsto para primera hora de la tarde, con los parlamentarios del PNV y del PP. Los socialistas quieren que los dos partidos hagan un esfuerzo de transacción. En el caso de que el PP se desmarque, analizarán si aceptan sólo la enmienda del PNV. Los nacionalistas añaden a las condiciones para el diálogo la aceptación de las decisiones que pueda adoptar la sociedad vasca sobre su futuro. Para ello van a recuperar el manifiesto electoral que Fernando Buesa y el número dos del PSE, Jesús Eguiguren, hicieron público el mismo día en que su portavoz parlamentario fue asesinado por ETA en Vitoria. El documento se refiere de manera explícita el llamado "ámbito vasco de decisión" con una redacción similar a la recogida en el Plan Ardanza: "Somos igualmente partidarios de impulsar un diálogo político entre los partidos vascos, desde el respeto a la legalidad política e institucional vigente, con la voluntad firme de exigir que aquello en lo que los partidos vascos -sea poco o mucho- mediante el consenso y sin ningún tipo de imposiciones, nos pongamos de acuerdo, sea respetado por los poderes públicos del Estado", señala.

Centralidad

El secretario general del PSE, Nicolás Redondo, pretende que el socialismo recupere un papel central en la política vasca y lo haga alterando los parámetros de conflictividad entre los partidos que han caracterizado los últimos dos años. Redondo es partidario de recuperar el diálogo fluido con los nacionalistas moderados y con todos aquellos partidos que rechacen la violencia. Pero no quiere que esa nueva vía se interprete como una oferta al PNV para ayudarle en la gobernabilidad de las instituciones. "No se trata de salvar al PNV, ni de sacarle de su aislamiento; eso lo tienen que hacer ellos con una rectificación profunda. Pero sí vamos a hacer un esfuerzo por recuperar el diálogo entre los partidos políticos vascos. Si no lo conseguimos hoy, lo seguiremos intentando", declaró.

Los socialistas vascos han atravesado una situación de zozobra política. Los resultados de las elecciones autonómicas -pasaron a ser la cuarta fuerza del Parlamento vasco- unidos a la crisis del PSOE, la radical polarización política sobrevenida con la tregua de ETA -soberanistas frente a constitucionalistas- y el asesinato de Fernando Buesa el pasado 22 de febrero, conjugado con con la presión constante de la kale borroka, han llevado a este partido a vivir uno de sus etapas más delicadas.

Sólo cuando el PNV ha levantado suavemente el pie en su relación con HB, los socialistas se han lanzado al ruedo político con una propuesta para recuperar el diálogo entre todos. En la anterior situación de enfrentamiento frontal de los constitucionalistas (PP, PSE y UA) contra los nacionalistas (PNV, EA y HB) han sido los populares los que han obtenido los réditos políticos. La proposición no de ley que el Parlamento vasco debate hoy supone para los socialistas vascos un punto de inflexión. Con esta iniciativa, bien recibida a priori por el lehendakari y su partido, así como por EA, UA e IU, y cuestionado por el PP y EH, el PSE pretende situarse en una posición de centralidad política, un espacio que consideran huérfano desde que el PNV se subió al carro del soberanismo.

Con esta propuesta, que ofrece al nacionalismo, y sobre todo al lehendakari Ibarretxe (que ha fracasado en todos sus intentos por articular una mesa de partidos) un puente de salida de Lizarra, los socialistas también ponen tierra de por medio respecto al PP, que sigue anclado en posturas graníticas respecto a la posibilidad de hablar de una posible reforma del marco jurídico político. No obstante, el portavoz del grupo parlamentario, Rodolfo Ares, dijo ayer que "sería un error pensar que estamos virando hacia posiciones que permitan un acuerdo de estabilidad parlamentaria con los nacionalistas".

Velocidades

Sin embargo en las filas socialistas el debate sigue abierto. Casi al tiempo de que el número dos del PSE, el guipuzcoano Jesús Egiguren, y Rodolfo Ares hacían pública su propuesta de diálogo, el presidente del partido, Txiki Benegas, sacó al mercado editorial el libro en el que propone su propio método de diálogo para afrontar la pacificación, con dos mesas coordinadas, una en Navarra y otra en Euskadi. Apenas unas semanas antes el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, que gobierna con el PP, abandonó la ejecutiva del PSE porque, según dijo sus planteamientos en esa materia, no tenían eco ni encaje.

Por su parte, el máximo responsable en Álava, el senador Javier Rojo, presentó hace quince días una propuesta, que irá como enmienda de adición a la ponencia política del PSE para su próximo congreso, en la que apuesta por "construir" con los nacionalistas, pero considera imprescindible para conseguir esa colaboración desalojarlos previamente del Gobierno vasco.

Fuentes de la ejecutiva del PSE subrayaron el pasado viernes que, a pesar de esas "descoordinaciones", el partido tiene una estrategia clara y está totalmente unido en materia de pacificación.