Las víctimas 'ocultas'
Si bien Kosovo y Timor Oriental se adueñaron de los titulares de la prensa de todo el mundo, el sufrimiento masivo que se experimentó en otros países pasó prácticamente inadvertido. China es un triste ejemplo de estas víctimas ocultas. 1999 fue un año en el que se consumó la más intensa y generalizada represión de la disidencia pacífica en toda una década. Se detuvo arbitrariamente a millares de personas. La tortura y los malos tratos a los presos fueron prácticas generalizadas. Se condenó a muerte a miles de personas.En las regiones autónomas de Tíbet y Sin-kiang, los nacionalistas sufrieron una represión especialmente aguda. Durante la celebración del periodo anual de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas en Ginebra, Amnistía exhortó a la comunidad internacional a que no permaneciera callada ante estos abusos.
Sin embargo, en opinión de la organización internacional de derechos humanos, la importancia política y económica de China garantizó, una vez más, que este país eludiera las críticas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.