Las últimas palabras del presidente sirio
El presidente libanés Émile Lahud afirma en un telegrama de condolencia, dirigido a Bachar el Asad, hijo y heredero del presidente sirio fallecido, que Hafez el Asad mantenía una conversación telefónica en la mañana de ayer con él cuando le sorprendió la muerte."He sido la última persona en hablar con él por teléfono. Estábamos hablando de la situación en general, de los asuntos y problemas de la región, de los problemas de Siria y de Líbano y de nuestra victoria en la batalla de la resistencia y de la liberación del sur del Líbano", escribe el presidente Lahud en el telegrama. "La última frase que él me dijo fue: 'Nuestro destino es construir un porvenir tranquilizador para nuestros hijos, que les dé confianza, y nuestro deber debe ser dejarles un legado mejor que el nuestro'".
"Enseguida", continúa el telegrama de Lahud, "se produjo un súbito silencio y la comunicación se cortó. Comprendí en ese momento que me había transmitido su último mensaje".
La muerte de Hafez El Asad conmocionó profundamente a la población siria. La mayoría de las tiendas de Damasco cerraron y numerosos ciudadanos colgaron banderas negras en los balcones y ventanas de sus casas. Las calles permanecían ayer en calma y no se observaba en ellas mayor presencia de las fuerzas de seguridad que otros días. La gente formaba corrillos en las esquinas y muchos comentaban con lágrimas en los ojos las últimas noticias. "No puedo creerlo. El presidente era todo para nosotros. Él hizo que el nombre de Siria fuera conocido en todo el mundo", decía Abdel Abu Hassun, maestro de escuela.
"Estoy completamente consternado. El presidente Asad representaba el orgullo de los árabes, el honor de los árabes. No se rindió ante Israel a pesar de todas las presiones y amenazas", afirmaba el pintor Najlaa Mahmud.
El taxista Alí Shemalí, que detuvo su vehículo para enjugarse las lágrimas, decía: "Todo el mundo recordará que Asad se opuso rotundamente a abandonar un sólo átomo de suelo sirio cuando se reunió con el presidente Clinton en Ginebra. Él insitía en recuperar cada centímetro de los altos del Golán".
Un funcionario del Gobierno, que pidió el anonimato, aseguraba que la muerte de Asad no iba afectar a la estabilidad de Siria y mostraba su confianza en su hijo y sucesor, Bachar: "Él ya mostrado algunos detalles para que Siria entre con fuerza en el siglo XXI"
