Y el ballet clásico, ¿qué?
El próximo curso de danza en el Teatro Real comenzará en septiembre. Ni habrá ballet clásico ni habrá nada más allá de la Compañía Nacional de Danza (esta formación asume con tres programas diferentes toda la temporada de ballet). La CND ha alcanzado un gran nivel numérico y artístico. Ninguna de las direcciones anteriores, desde Víctor Ullate a Maya Plisetskaia, había sumado tantos elogios dentro y fuera de nuestro país. Todos de acuerdo: les deben programar en el Teatro Real, y les programan. Pero el ballet es un arte con infinidad de estilos, registros, creadores e intérpretes. Los aficionados y el público en general quieren disfrutar con todos. El Real debe meditar su política de ballet desde el equilibrio. ¿Programarían un año entero con óperas de Schönberg o Shostakóvich? Impensable, ¿verdad? Pues apliquen los mismos criterios con la danza. La última esperanza para el ballet clásico en España pasa por el Teatro Real. Tomen nota. Por cierto, ¿por qué el Ballet Nacional de España ha quedado otra vez fuera de la programación? Ellos también merecen su atención: no olvidemos que son la otra compañía del Ministerio de Cultura. Además, han renovado su imagen y están trabajando en una línea acertada. Mediten y rectifiquen. A lo mejor encuentran una solución de última hora, y todos felices.
