El Ayuntamiento de La Seu insta al Gobierno andorrano a sanear las aguas del río Valira

Las poblaciones leridanas situadas en el área de influencia de La Seu d'Urgell (Alt Urgell) se han cansado de ser el basurero clandestino de Andorra y de soportar los múltiples problemas ambientales que ocasionan los residuos urbanos y la falta de depuradoras en el vecino país. El pleno del Ayuntamiento de La Seu, gobernado por el PSC e IC, aprobó ayer una moción en la que se insta al Gobierno andorrano a sanear inmediatamente las aguas del río Valira y se rechaza que la depuradora se construya en la comarca como pretenden las autoridades del Principado. La moción ha sido elaborada por todos los grupos municipales representados en el consistorio: PSC-IC, ERC, CiU y PP.

Los partidos exigen a Andorra que no demore más tiempo el cumplimiento del convenio internacional firmado hace un año con España para la eliminación de los residuos, especialmente el apartado referido a la depuración de las aguas del Valira. Este acuerdo, que regula el traslado y depósito de escombros procedentes de la construcción en territorio español, también establece que Andorra ha de tener resuelto el problema de la depuración de sus aguas antes de 2002.Andorra es un pequeño Estado pirenaico de 468 kilómetros cuadrados y una población residente de 70.000 habitantes. Su complicada configuración orográfica -está formado por un conjunto de valles estrechos a los que se accede de forma más natural desde España- hace que el suelo urbanizable sea escaso y no disponga de espacios para depositar los escombros de la construcción, lo cual origina un verdadero problema al otro lado de la frontera.

El dicho de que la porquería tiene tendencia a ir hacia abajo se hace realidad cuando se trata de establecer el curso que siguen las aguas residuales que genera Andorra, un país que todavía carece de una red de depuradoras que saneen las aguas de sus ríos. Por ello, en la actualidad, todos los vertidos industriales y las aguas fecales van a parar directamente al cauce del Valira. Este río, que desemboca en el Segre, en pleno ensanche urbano de La Seu d'Urgell, es, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), uno de los más contaminados del Pirineo, ya que sus 13 kilómetros de recorrido son insuficientes para regenerar las aguas de forma natural.

La Administración andorrana, ante los requerimientos de sus vecinos franceses y españoles, se ha visto obligada a elaborar un plan de saneamiento de aguas. La primera depuradora se instaló hace algo más de dos años en la cabecera de cuenca más poblada, en la vertiente francesa de Pas de la Casa. El día anterior a su inauguración, en plena temporada turística, se produjo un vertido accidental de carburante que afectó a la vecina población de Puigcerdà. El Ejecutivo andorrano no descarta construir en el término municipal de Les Valls de Valira o de La Seu una planta para depurar las aguas residuales de las parroquias de Andorra la Vella, Escaldes-Engordany y Sant Julià de Lòria, donde se concentra el 80% de la población.

La Seu d'Urgell considera que todas las estaciones depuradoras de Andorra tienen que estar ubicadas en su propio territorio para asegurar que las aguas que entren en Cataluña reúnan las condiciones de calidad exigidas por la normativa internacional. Si Andorra decide instalarla en cualquier punto del Alt Urgell, el consistorio de La Seu denunciará el caso ante la Generalitat, el Gobierno español y la Unión Europea. La prensa andorrana informa de que detrás del proyecto figura una empresa vinculada a uno de los hijos del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.