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Entrevista:

"Tenía claro que se tenía que hablar de mí como fuera"

"Estaba todo premeditado. Hoy [por ayer] me he levantado y me he dicho ' se tiene que hablar de mí como sea". Miguel Abellán sale de la ducha. Un instante antes, el médico se ha entretenido en arreglar los cuatro puntos "estallados" que contenían malamente el varetazo que le dejó su primer toro. "Ahora, en cuanto me recupere y refresque un poco, iremos a la clínica de La Fraternidad". Los comentarios de Miguel Abellán corren con el apremio del que cumple con una venganza premeditada. "Todavía habrá alguno que dude de mis intenciones". ¿Cuáles son las intenciones de Miguel Abellán? "Hacer cosas importantes y ser una figura en esto". Se refiere a eso que se da en llamar toreo.A su alrededor, todo abrazos, felicitaciones y llamadas rápidas de teléfono. Se cumple la corrida número 23 de abono y primera puerta grande para un matador (el rejoneador Pablo Hermoso y el novillero Javier Castaño hicieron otro tanto el 20 y el 23 de mayo). "Era mi cuarto compromiso en el ciclo y no lo podía dejar escapar. Siempre que he salido a la arena de Las Ventas, lo he hecho con la intención de darlo todo. Al fin y al cabo, todo se lo debo a esta plaza".

Amor propio

Unos minutos antes de esta declaración, el madrileño atravesaba la puerta que separa la arena de la calle de Alcalá. Dos horas y media atrás, Abellán se aprestó a cumplir con el paseíllo obligado a no defraudar. "Es el amor propio, ni más ni menos". El amor propio le empujó a recibir a sus dos toros a porta gayola. El primero le dejó la taleguilla hecha unos zorros y una herida superficial de 15 centímetros de extensión. El segundo le levantó las zapatillas de la arena en otras dos ocasiones. Una voltereta frenada con la cabeza fue el percance más grave de tan entregada y furiosa pelea a cuerpo desnudo.

"Me duelen mucho las cervicales. En cuanto acabe todo esto, iremos al hospital para que me hagan un examen radiológico", comenta tranquilo para acto seguido hilvanar su argumento de fuerza: "O una puerta [la grande] o la otra [la enfermería], hoy no había término medio". Al final, fueron las dos puertas las atravesadas. Una, a pie; la otra, a hombros.

Mientras, en los tendidos, terminada la corrida, quedaba el recuerdo de una tarde emotiva. "Si los toros fueran siempre así...", comentaba un aficionado con la cara de haber presenciado un fenómeno paranormal. A su lado, otro alternaba miradas al ruedo y al fondo de su vaso de whisky. No daba crédito.

"En la corrida de Alcurrucén", retoma la palabra Abellán, "estuve a punto de cortar una oreja. Sin embargo, no se valoró nada. Hoy [por ayer] no podía pasar lo mismo. Se tenía que hablar de mí". Y a fe que no se habló de otra cosa.

La corrida de hoy, 24ª de abono. Toros de Fermín Bohórquez para los rejoneadores Fermín Bohórquez, Luis Domecq, Antonio Domecq y Manuel González Porras. A las 19.00 horas.

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