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La OEA da marcha atrás y decide no sancionar a Perú por sus elecciones

Con un Estados Unidos que rebajó mucho el tono de sus acusaciones a Alberto Fujimori, un México que encabezó a un grupo de países contrarios a la interferencia en procesos electorales nacionales y un Perú que se defendió con fiereza, el consejo permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) decidió ayer en Washington pasarle la patata caliente de los comicios peruanos a la asamblea general de ese organismo, que se reunirá en Canadá a partir del domingo. El consejo permanente no adoptó ninguna resolución contraria a Perú, no declaró iniciado el proceso de sanciones ni quiso darle carácter excepcional a la polémica surgida por los comicios presidenciales de Perú.

En la reunión del consejo permanente de la OEA, Estados Unidos, a través de su embajador, Luis Lauredo, pidió que la cumbre anual de los ministros de Exteriores, que se celebrará a partir del domingo en Windsor, en la provincia canadiense de Ontario, estudie la aplicación a Perú de las sanciones contenidas en la Resolución 1080. Sólo en una ocasión anterior, tras el derrocamiento por un golpe de Estado del presidente haitiano, Jean Bertrand Aristide, en 1991, la OEA ha utilizado esa resolución, su mayor instrumento para preservar la democracia en las Américas. La organización continental aplicó entonces sanciones al régimen militar de Haití.Pero con excepción de Costa Rica, los países latinoamericanos se negaron a comenzar un proceso de sanciones apoyándose en la Resolución 1080. Claude Heller, embajador mexicano, resumió con estas palabras un sentimiento mayoritario: "El organismo hemisférico no puede ni debe pretender, en momento alguno, sustituir las funciones que corresponden a los órganos del Estado y a sus autoridades competentes". Ante esta actitud, Lauredo retiró la propuesta norteamericana. También fue rechazada la propuesta estadounidense de que la asamblea general de Canadá celebre una reunión extraordinaria sobre el caso peruano. Los ministros de Exteriores de la OEA lo analizarán, pero sin dramatizarlo.

Lucha antiterrorista

El embajador norteamericano no tuvo problemas en sumarse al consenso a favor de la desdramatización del caso. EE UU se enfrenta a un conflicto de intereses en el contencioso peruano. A favor de aplicar sanciones a Perú pesa la política de Bill Clinton de consolidación de la democracia en el continente americano; en contra, la muy extendida consideración de Fujimori en Washington como un líder que lucha con mucha eficacia contra el cultivo de cocaína y los grupos terroristas.

Esas contradicciones se reflejaron en el cambio de tono estadounidense entre el lunes y el martes. Philip Reeker, portavoz del departamento de Estado, rechazó el martes que la política oficial de Washington sea la enunciada el día anterior por otra portavoz del mismo organismo. Las declaraciones del lunes fueron que "ningún presidente surgido de un proceso electoral tan fraudulento puede reclamar legitimidad", y sugirieron la posibilidad de que EEUU aplique sanciones económicas unilaterales a Perú.

Reeker, sin embargo, declaró el día siguiente: "No ha sido adoptada ninguna decisión sobre los pasos a seguir, ni estamos tomando en consideración la posibilidad de adoptar acciones unilaterales". La Casa Blanca y el departamento de Estado confirmaron ayer que sólo deben aplicarse sanciones en el marco de la OEA.

El consejo permanente de la OEA escuchó el informe elaborado por el excanciller guatemalteco Stein, jefe de la misión observadora en las elecciones peruanas. Stein señaló que la misión se retiró de Perú antes de la celebración de la segunda ronda por las "insuficiencias, irregularidades, inconsistencias e inequidades" del proceso electoral. Fujimori ganó la segunda vuelta del domingo, después de que su rival, Alejandro Toledo, se hubiera retirado de la contienda por considerarla fraudulenta.

Lauredo, el embajador de EEUU en la OEA, criticó a Perú por culminar los comicios pese a "las bien documentadas preocupaciones" de los observadores. Pero Beatriz Ramaccioti, embajadora peruana en la OEA, replicó criticando a los observadores por "exceso de autoridad" al pedir un aplazamiento de las elecciones. Según Ramaccioti, los enviados de la OEA se convirtieron en "actores políticos" y violaron "los principios de neutralidad que deben caracterizar las misiones de observación".

En declaraciones publicadas ayer por el diario mexicano Reforma, Fujimori se declaró convencido de que esta polémica será superada por la "estrecha alianza" que sostiene con EEUU. Entretanto, los cinco magistrados que componen el Jurado Nacional de Elecciones, máximo tribunal electoral de Perú, rechazaron la petición de anulación de los comicios presidenciales formulada por el Foro Democrático de Alejandro Toledo.

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