El PSOE acusa al PP de promover el escrito de los 40 ex ministros para desprestigiar a González
Dirigentes socialistas de todos los sectores del PSOE olvidaron ayer sus diferencias para salir en tromba en defensa de Felipe González, criticado con dureza en un manifiesto firmado por 40 ex ministros de los Gobiernos de UCD en el que se reivindica el papel de Adolfo Suárez en la transición. Distintos portavoces socialistas acusaron al Gobierno del PP de impulsar el escrito con el objetivo de desprestigiar a González, y recordaron cómo muchos de los firmantes fueron los que "acuchillaron políticamente" y "por la espalda" a Suárez al final de su mandato.
González reiteró ayer a un grupo de exministras y diputadas del PSOE que su intención no fue criticar a Suárez. Algunas fuentes socialistas consultadas por Efe señalaron que el expresidente no estaba afectado por la polémica.El manifiesto de los 40 ex ministros revivió una unidad poco vista en el PSOE últimamente. "La indignada sorpresa" que los firmantes del escrito sintieron al saber que González cuestionaba, en una entrevista en la revista mexicana Proceso, la aportación de Suárez en el periodo constituyente dejó a numerosos dirigentes socialistas "profundamente conmocionados". Todos los que salieron ayer en su defensa resaltaron su respeto y reconocimiento a la tarea de Suárez, pero precisaron que a González, además, le quieren y no pueden quedarse impasibles ante un ataque de la derecha.
El portavoz parlamentario del PSOE, Luis Martínez Noval, quiso esperar a tener más datos para sacar una conclusión del manifiesto, pero sí recapituló sobre el "publirreportaje" emitido en el Telediario de TVE en la noche del martes y sobre las manifestaciones de ayer tarde del portavoz del Ejecutivo, Pío Cabanillas, lo que le llevó a considerar un hecho probado "que el Gobierno está tras esta cuestión". "Es una manifestación más de la obsesión enfermiza, patológica, que Aznar, el PP, la derecha española en definitiva, tiene respecto de la figura y la trayectoria política y personal de Felipe González", sentenció.
Martínez Noval, además, marcó la senda que siguieron otros socialistas al constatar su "perplejidad por el hecho de que algunos de los que acuchillaron políticamente a Adolfo Suárez, y además por la espalda, se hayan prestado raudos y veloces a mostrarle ahora su afecto y respaldo".
Juan Manuel Eguiagaray, también ex ministro socialista, criticó que "eximios ex ministros defensores del franquismo" sean los más adecuados para reescribir la historia y atacar a quien, como González, es "la representación de un partido, de una generación progresista y de millones de personas".
La exministra Matilde Fernández, candidata guerrista para la secretaría general del PSOE, opinó que los 40 ex ministros de UCD han hecho "el ridículo" y consideró baldío "el intento de la derecha española de tapar los casi 14 años de excelente política del Gobierno de González". El guerrista Francisco Fernández Marugán acusó a los firmantes de intentar descalificar "la única etapa de transformación intensa, rápida y profunda que ha habido en España", e indicó que muchos de ellos actuaron "como termitas" contra Suárez.
José Bono, posible candidato a la secretaría general del PSOE, reiteró que el manifiesto busca "no tanto defender a Suárez como atacar a González", y agregó que "al leer la lista de esos ex ministros he recordado cuantos disgustos le dieron algunos a Suárez". La también candidata Rosa Díez, al conocer la identidad de los firmantes, señaló que "se han fotografiado porque cada uno es hijo de su propia historia".
Otro posible aspirante a liderar el PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, tachó de "hipócrita" el escrito de los ex ministros, y lamentó que "quienes contribuyeron a la destrucción de UCD quieran lavar sus conciencias".
La única voz discordante en el PSOE fue la de la concejal madrileña Cristina Narbona, quien dijo que González abrió "la caja de los truenos sobre una etapa de la historia que está por escribir". Calificó las palabras de González de "desafortunadas" y las de los ex ministros de "incorrectas".
La diputada por Cádiz Carmen Romero, esposa de González, expresó su "absoluta convicción" de que las palabras del ex líder socialista se han "malinterpretado". "Me consta personalmente el afecto y el aprecio de Felipe González hacia Adolfo Suárez", subrayó.
Cabanillas: "El manifiesto es más que representativo y subraya la evidencia"
El ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, destacó ayer que el manifiesto en el que 40 ministros de UCD reivindican el papel de Adolfo Suárez en la transición y critican las "invenciones" de Felipe González "es más que representativo" y "subraya la evidencia". "Me parece verdaderamente de resaltar lo que significa un manifiesto de esas características y con esas personalidades al frente; no creo que haya ocurrido muchas veces, no ya en la historia de la democracia en España, sino en la de la democracia en cualquiera de los otros países", afirmó Cabanillas, quien añadió, al ser preguntado por la opinión de José María Aznar sobre la polémica, que éste no ha dudado en ningún momento de la importancia de la tarea de Suárez. Por su parte, el ministro de Justicia, Angel Acebes, aseguró que todos los españoles conocen el papel del primer presidente de la democracia, a excepción de Felipe González, "que parece que lo ha olvidado o lo ha querido olvidar". Acebes tachó la actitud y las manifestaciones de González de "absolutamente erráticas y perjudiciales para alguien que ha tenido la alta responsabilidad de gobernar España durante muchos años".
También el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, calificó de "profundamente injustas" y no ajustadas a la verdad las declaraciones del ex líder socialista.
De la entrevista mexicana a la proclama de 40 ex ministros
La polémica respecto al papel en la promulgación de la Constitución de 1978 que Felipe González otorga al entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, tuvo su origen en una entrevista que el ex líder del PSOE concedió al semanario mexicano Proceso. La revista no publicó las criticadas palabras del ex jefe del Ejecutivo socialista, pero El Mundo reprodujo la entrevista en su integridad. La periodista le preguntaba por las primarias desde la perspectiva de la oposición y González contestó que desde el punto de vista de la conexión con la realidad social la tarea de la oposición no es muy diferente de la del Ejecutivo "salvo en que el Gobierno te da el instrumento para cambiar la realidad y la oposición, menos. La Constitución en España se hizo porque nosotros decidimos que se hiciera y sólo teníamos el 30% de los votos. Si hubiera dependido de Adolfo Suárez no se hubiera hecho la Constitución. Adolfo es muy amigo mío pero él no quería hacer la Constitución".El pasado miércoles la oficina de prensa de González, ante las críticas que empezaban a arreciar, emitió un comunicado en el que matizaba que "en ningún momento de la campaña electoral [de 1977] la UCD habla de hacer una Constitución" y que "las primeras Cortes se hacen constituyentes por los resultados. UCD y Suárez aceptan esta realidad". Añade que estas declaraciones de González se "malinterpretan" con "intenciones torticeras" y que Suárez tiene el "mérito máximo" de haber conducido la transición.
El programa de UCD
Dos días después el propio ex presidente reiteró esos argumentos así como su admiración por Suárez. En un homenaje al sindicalista Manuel Garnacho repitió que fueron los resultados electorales del PSOE y del PCE los que dieron fuerza a esos partidos para reclamar una Constitución, cuya promulgación no estaba propuesta "en el programa" porque Suárez "no quería o no tenía margen". Agregó que el entonces presidente centrista condujo con "gran habilidad" el proceso. Ese mismo día el portavoz del Ejecutivo, Pío Cabanillas, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, calificaba de "muy desafortunadas" y "sorprendentes" las declaraciones de González a la revista mexicana.
El sábado, uno de los cinco hijos de Suárez, Adolfo, enviaba una carta a los medios de comunicación en la que calificaba de injustas esas palabras del ex presidente que constituían "una importante falta de gratitud" hacia su padre, a la vez que achacaba a González "corrupción, traición y deslealtad hacia todo". Finalmente, el martes 40 ex ministros de los gabinetes de Suárez suscribieron una declaración en la que expresan su "indignada sorpresa" por la pretensión de González de "arrebatar" al ex presidente centrista "su protagonismo indiscutible en la Constitución". Los firmantes querían dejar constancia de su "estupor" y su "identificación" con el compromiso de Suárez "con la democracia y la génesis, elaboración y aprobación del texto constitucional".
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