Pera deja en manos de Educación resolver el conflicto de los niños gitanos

El alcalde de Barakaldo, el socialista Carlos Pera, ha dejado en manos del Departamento de Educación la resolución definitva del conflicto del colegio de San Juan Bosco de Barakaldo, donde están escolarizados tres hermanos gitanos. Actualmente, la Asociación de Padres del centro concertado, a través de una abogada, y la Viceconsejería de Educación trabajan en un documento propuesto por los progenitores con el fin de dar por cerrado el caso. Los padres, que desde el comienzo del problema criticaron a la alcaldía, han acusado a Pera en las últimas horas de haber "politizado el conflicto". El primer edil respondió ayer públicamente que las descalificaciones son producto del "empeño" de un sector de la Asociación de Padres por "agredir sistemáticamente" por su defensa del derecho de los hermanos de 4, 7 y 8 años a la escolarización.

Pera aprovechó la firma de un convenio municipal con Iniciativa Gitana, entidad mediadora en el conflicto por el que se la subvenciona con 16 millones de pesetas, para aclarar que su actitud sólo han tenido como fin "impedir que se vulnere un derecho universal [a la educación] de tres baracaldeses de 4, 7 y 8 años". El alcalde insistió en que el problema es educativo y que por lo tanto corresponde al Departamento de Educación resolverlo. Pera llegó a aseverar que desconoce el estado actual de las conversaciones entre Alfonso Unceta, viceconsejero de Educación, y María Tato, representante legal de la Asociación de Padres.

Ambos se reunieron en dos ocasiones la semana pasada y es muy probable que se alcance el acuerdo en los próximos días. La asociación de padres exige al Departamento de Educación que garantice la ausencia en el centro de los Salesianos de los padres gitanos en el futuro. Hasta la fecha, los niños han acudido al colegio de la mano de Jesús Giménez y de monitores contratados por la consejería.

Denuncias contra los padres

Los padres payos están seguros que los de etnia gitana se presentarán antes o después en el centro y es lo que quieren evitar a toda costa con su petición a Educación. También solicitan que P., el mayor de los hermanos, que tiene 12 años y estudia en un colegio público, no sea admitido en el San Juan Bosco. Este escolar se encuentra perfectamente integrado y no ha generado ningún problema con sus compañeros.

Giménez señaló ayer que "no hay ningún compromiso" para que los padres gitanos no acompañen a sus hijos al colegio. Asimismo, expresó su indignación por la actitud de la Asociación de Padres al rechazar la presencia de otro niño gitano en las aulas. El boicot se debe a la "conflictividad" de los padres de los pequeños gitanos. La Asociación de Padres dispone de varias demandas presentada contra la familia de los niños. Giménez afirmó ayer que el juez será el que decida sobre estas causas.