Cuanta más oferta, más demanda
Una máxima entre los gestores de la salud es la constancia de que cuanto mayor es la oferta de servicios sanitarios mayor es la demanda. Cuantas más posibilidades ofrezca la tecnología médica, mayor será el interés del ciudadano por beneficiarse de ella e incluso el de los propios médicos por usarla. La primera consecuencia de todo ello en un sistema público de acceso universal es la lista de espera, cuya gestión no persigue tanto reducir el número de pacientes como el tiempo que permanecen en ella. El anterior gabinete ministerial del Gobierno popular presentó precisamente como un logro el haber reducido en el territorio Insalud los tiempos de espera, de 210 a 61 días de demora media.
La denuncia reciente que ha hecho el cirujano catalán Alejandro Aris sobre supuestas muertes en espera de una intervención coronaria en el hospital de Sant Pau y los casos personales que salen a la luz pública cada día han puesto en entredicho la presunta eficiencia que han venido exhibiendo en este sentido todos los servicios sanitarios.
La ministra de Sanidad, Celia Villalobos, que ha cerrado las puertas informativas de su departamento hasta que se celebre la anunciada reunión de consejeros autonómicos, declaró el viernes que publicará las listas de espera cada tres meses y además en Internet.
