El Gobierno vasco dice que se ha dado "un paso" para que Interior le facilite datos sobre ETA

El consejero vasco de Interior, Javier Balza, y el ministro del Interior, Jaime Mayor, han decidido entrevistarse próximamente, tras el cruce de acusaciones que han mantenido estos días ambos departamentos, para intentar profundizar en las relaciones entre ambos departamentos y avanzar en los temas policiales que quedan pendientes. Entre ellos, la ampliación de la plantilla de la Ertzaintza en unos 500 agentes, la posibilidad de que los ertzainas puedan realizar persecuciones en caliente en Francia y un calendario para una reducción de los efectivos de Guardia Civil y la Policía en Euskadi.El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, interpretó ayer la reunión celebrada el miércoles entre los números dos de Interior de los Ejecutivos central y vasco como "un paso" para evitar que reproduzcan episodios de ocultación a la Ertzaintza de datos sobre comandos de ETA. Imaz, no obstante, exigió de nuevo a Mayor que explique la supuesta ocultación a la policía vasca de datos incautados por la Guardia Civil al comando Basurde. El encuentro de tres horas entre el nuevo secretario de Estado para la Seguridad, Pedro Morenés, y el viceconsejero de Seguridad, Mikel Legarda, pretendió sobre todo "restaurar el clima de mutua confianza", según una nota conjunta. Fuentes de ambos departamentos reconocieron que la crispación a la que se había llegado tras las denuncias efectuadas la semana pasada por Balza en la Cámara vasca sobre ocultación de datos a la Ertzaintza era insostenible.

Coordinación policial

Pese a que el encuentro discurrió en un "clima de cordialidad" y ambos responsables calificaron la reunión de "positiva en cuanto a los contenidos", los dos son conscientes de que desatascar el nudo gordiano de la coordinación policial y el resto de temas pendientes va a costar muchas más reuniones y horas de trabajo conjunto.

Con todo, el portavoz del Ejecutivo vasco insistió en emplazar a Mayor a que aclare públicamente por qué su ministerio no facilitó la información incautada en diciembre al comando Basurde de ETA. "Lo que es necesario es que se aclaren las cosas. Esta polémica ni la ha iniciado el Gobierno vasco ni la ha continuado, ni vamos a contribuir a ella", recordó Imaz.

El socialista Ramón Jáuregui, que el miércoles mantuvo una breve conversación con Mayor, descalificó ayer las acusaciones vertidas la víspera por el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, quien sugirió que la policía pudo haber utilizado a Fernando Buesa como señuelo para "cazar al comando" terrorista que finalmente le asesinó el 22 de febrero pasado. "Esas declaraciones son una burda y descarnada expresión del conflicto entre el PNV y Mayor", dijo.

Jáuregui sí consideró "escandaloso" y "tremendo" que la falta de relaciones y el "grado de desconfianza" entre las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Ertzaintza "imposibilite cualquier cruce de datos sobre ETA".