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Los tres niños gitanos de Barakaldo comparten ya aula con los otros alumnos "Ya tenemos amigos", dicen los pequeños

Los tres niños gitanos del colegio de Barakaldo ya no están solos. Se acabó el aislamiento que, desde el pasado día 10, mantenía separados a los hermanos de cuatro, siete y ocho años del resto de los 633 alumnos del colegio religioso San Juan Bosco de Barakaldo. Ayer, las niñas y el pequeño compartieron aula con los escolares de sus respectivos niveles. Mientras, la asociación de padres del centro estudia desconvocar las manifestaciones de protesta previstas.

"Ya tenemos amigos", cuentan K., R. y R. como si fuese una revelación. Y casi lo es, porque los tres hermanos gitanos han sufrido el boicoteo de sus compañeros de colegio durante 12 días y se han dado cuenta de que les rechazaban. Cuando el pasado día 10 llegaron por vez primera al centro de la mano de Jesús Giménez, presidente de Iniciativa Gitana y mediador en el conflicto, los hermanos se abrazaron a él para no oír los gritos que proferían los padres y los niños de su edad.Ayer fue diferente. También Giménez se encargó de trasladar a los tres hermanos al colegio, pero ellos ya no le preguntaron por el motivo de los gritos y el adulto no tuvo que inventar "un cuento de hadas". Hasta ayer, los tres nuevos escolares han estado recibiendo clase en un aula separada, con el fin de alcanzar el nivel escolar que necesitaban para adaptarse a su nueva situación escolar y social. "Los profesores creen que ya están preparados para integrarse en el curso que les corresponde y estudiar con sus compañeros, como debe ser. No hemos luchado tanto para que estén aislados", señaló Giménez a este periódico.

Los niños seguirán recibiendo clases extras en aquellas asignaturas que necesiten un refuerzo, según comunicaron los profesores a Giménez. "Pero ya no será lo mismo que estar solos", dice éste. Antes de compartir las aulas, desde el miércoles pasado, los hermanos ya convivían con los otros escolares en el comedor y en el recreo. "Juegan en el patio, se sientan a la mesa y están muy contentos porque les gusta mucho el gimnasio, que en el primer colegio [Ametzaga, de Retuerto, cerrado el 31 de marzo pasado por el Departamento de Educación] no les dejaban usar".

Mientras los niños espantan su pasado más reciente, la comunidad de padres del colegio de los salesianos terminó ayer el "periodo de reflexión" que se había concedido después de que enviaran a sus hijos al colegio el pasado día 15 por orden de la Fiscalía de Menores. "No hemos cambiado de parecer, al menos muchos de los padres, pero ya no tiene remedio. Quizá lo único que podamos hacer es denunciar al Departamento de Educación. A ver lo que dice la abogada", señaló ayer una madre que ha encabezado la protesta.

Por el contrario, la letrada contratada por la asociación de padres del centro ha expresado el interés de la comunidad escolar en que el conflicto se resuelva "satisfactoriamente" y se logre la "normalidad" lo antes posible.

Los 633 padres del centro tenían previsto celebrar a última hora de la tarde de ayer una asamblea en el colegio de Barakaldo, para decidir si mantienen las manifestaciones previstas para esta semana. Los padres anunciaron la semana pasada que se movilizarían, esta vez sin sus hijos, contra el departamento vasco de Educación. Hasta ayer, prácticamente la totalidad de los padres había recibido la notificación de la fiscalía que les recuerda la obligación legal de escolarizar a los menores.

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