Artexpo cierra hoy sus puertas sumida en la polémica sobre el nivel de calidad

No se han digerido bien algunas opiniones expresadas estos días en los medios de comunicación sobre el irregular nivel de calidad del contenido artístico de Artexpo, que hoy se clausura en el recinto ferial de Montjuïc. Mientras que algunos galeristas asumen que el futuro pasa por elevar el listón y por el estricto control previo de calidad, otros se sienten atacados por lo que consideran un criterio tendencioso de algunos críticos de arte que, en su opinión, van en contra de la demanda real del mercado.Quien con más vehemencia ha replicado a las críticas sobre el grado de calidad de alguna de las casetas ha sido el galerista Francesc Escolà, del Grup d'Art Escolà, que posee galerías en Barcelona, Lleida y Tarragona. "Estoy contento del éxito de afluencia y del interés que han mostrado los visitantes por las obras que he exhibido, pero no sé si volveré. Siento que la prensa ha intentado bombardear la feria con sus teorías de nuevo arte y de todo aquello que los críticos echan en falta". A juicio de Escolà, lo importante de una feria es "ofrecer la que quiere el pueblo, no lo que quisieran ver los críticos y los políticos". Son similares los planteamientos de Miguel Lacosta, de la sala de arte de Madrid Expo-Arte, que también se ha sentido injustamente criticado: "Artexpo es una feria para vender, dirigida al público, no como otras, en las que quienes compran son las instituciones y las corporaciones. No veo necesidad de convertirla en una nueva Arco".

Autoexigencia

El contrapunto de estas opiniones lo marcan Xavier López y Eduard Duran, responsables de Tres Punts, que creen en la necesidad de una mayor autoexigencia para la feria. "Hay galerías que no dan el nivel. Hay que subir el listón de calidad de las obras y del montaje". López y Duran piensan que Artexpo, además de apostar por la calidad, lo ha de hacer por los artistas. "No es lo mismo traer obras de gran nivel de creadores ya fallecidos que de artistas de calidad pero que impliquen un cierto riesgo". Tres Punts, con Calart Actual, ha obtenido la mención honorífica del Premio Artexpo a la mejor caseta de la feria, ganado por Manuel Barbié. Este último galerista afirma: "La feria cada vez coge más entidad y el público que asiste es más numeroso y más cualificado, pero hay que ser más riguroso en la selección y hay que hacer piña y pensar en nuevas actividades".

El galerista Jordi Barnadas opina que "Artexpo es una feria dura. Le faltan objetivos a medio plazo, ese carácter del todo vale puede parecer muy democrático, pero no es el camino. Hay que ser exigente y respetar estrictamente las indicaciones del comité de calidad". Barnadas cree que la feria puede tener un carácter comercial sin menoscabo de su calidad.

Miquel Tugores, de la galería madrileña Dionís Bennassar, considera positiva su participación en Artexpo: "No sólo se ha vendido y ha habido asistencia de público, también han pasado muchos artistas presentando sus dossieres, algo que también forma parte de las obligaciones del galerista". Tugores cree que la falta de entendimiento de los galerías es contraproducente. "Me sentiría totalmente decepcionado si Barcelona no pudiera consolidar una feria por culpa de los propios galeristas", dice.

Antonio Niebla, de la galería Barcelona y presidente del Gremio de Galeristas de Arte de Cataluña, globalmente considera positiva de la feria. "He visto mejora en el nivel de calidad; he comprobado que han pasado numerosos coleccionistas de Barcelona, pero también de Valencia, Madrid, Tarragona y Perpiñán; han visitado la feria el director del Macba y el del MNAC, y las ventas, por lo que me han comentado diversos galeristas, han sido buenas", explicó ayer Niebla, que anunció cambios para la próxima edición. "Queremos dar un sentido más empresarial a la feria y menos romántico", señaló .