Cien palestinos heridos en el séptimo día de protestas en Cisjordania

La violencia se ha desatado en todos los frentes; ayer, mientras en Cisjordania más de cien palestinos resultaban heridos en una nueva jornada de enfrentamientos entre jóvenes árabes y soldados israelíes, la aviación de Israel lanzaba en el norte una dura advertencia contra Siria por la ofensiva de Hezbolá de la última semana, y bombardeaba como represalia el campamento del grupo guerrillero palestino de Ahmad Yibril, vinculado a Damasco, causando otros cuatro muertos. El primer ministro israelí, Ehud Barak, canceló anoche su viaje de hoy a EEUU para reunirse con el presidente Bill Clinton tras los incidentes tanto en los territorios palestinos como en Líbano.Por séptimo día consecutivo, ayer volvieron a arder Cisjordania y Gaza, donde centenares de jóvenes se lanzaron nuevamente a la calle para pedir a pedradas la liberación de los 1.600 presos políticos pactada en los Acuerdos de Oslo. Los incidentes más graves de la jornada tuvieron como escenario la ciudad compartida de Hebrón, a 60 kilómetros al sur de Jerusalén, donde la muchachada palestina estuvo toda la mañana lanzando piedras y cócteles mólotov contra los soldados israelíes, que no dudaron en contestar con fuego real. La policía palestina intentó sin éxito impedir que los manifestantes llegaran al centro de la ciudad, donde un grupo de colonos ultraortodoxos judíos vive custodiado por centenares de soldados israelíes.

Mientras los incidentes se extendían a otras localidades de Cisjordania y Gaza, se difundió la noticia de un nuevo muerto palestino: Issa Adel Karaskra, de 29 años y vecino de Al Bireh, cerca de Ramalha, que estaba en estado de coma desde el viernes, tras haber recibido en el pecho una bala del Ejército israelí. Con este fallecimiento se elevan ya a cinco los muertos desde que se desencadenó esta nueva Intifada. Los heridos superan los 700.

Por otra parte, Israel, que trata desde hace días de frenar la ofensiva de la guerrilla libanesa de Hezbolá, bombardeó en el valle de la Bekaa, en Líbano, un campamento de guerrilleros palestinos vinculados al régimen de Damasco, lo que causó cuatro muertos. El ataque ha supuesto una seria advertencia a Damasco, que da apoyo y cobertura a la guerrilla que actúa contra el Ejército de Israel, que ocupa desde hace 22 años el sur de Líbano.

Barak y el presidente Yasir Arafat se han enzarzado en las últimas horas en una polémica estéril, cruzándose duras acusaciones e imputándose mutuamente ser responsables de esta nueva Intifada, que amenaza con hacer naufragar definitivamente el proceso de paz.