Los niños gitanos de Barakaldo ya conviven con el resto de alumnos
Los tres hermanos de etnia gitana escolarizados en el colegio San Juan Bosco de Barakaldo empiezan a convivir con el resto de alumnos del centro. Desde que el pasado 10 de mayo volvieron al colegio, con el boicoteo de la comunidad de padres, habían permanecido casi aislados. El lunes último se incorporaron los 633 alumnos del centro pero apenas intercambiaron miradas con los pequeños de 4, 7 y 8 años.Ayer, por vez primera, los nuevos escolares compartieron el tiempo de recreo y también el comedor con sus compañeros, según confirmó, sin ocultar su entusiasmo, Jesús Giménez, presidente de Iniciativa Gitana. "Poco a poco todo se irá arreglando y los niños tendrán amigos", dijo.
Giménez se encargó de trasladar a los niños al colegio, pero en los dos últimos días lo han hecho un par de monitores que el Departamento de Educación ha puesto para apoyar su escolarización. Giménez se comprometió con la asociación de padres del colegio y con Educación a que los padres gitanos no se presentasen en la escuela. La comunidad escolar les considera "peligrosos" y "conflictivos". La Viceconsejería de Educación, el Ayuntamiento de Barakaldo y la Diputación de Vizcaya lo niegan.
El titular de Educación, Inaxio Oliveri, se refirió ayer públicamente al conflicto por vez primera y calificó de "importantísimo" el restablecimiento de la normalidad. Oliveri incidió en la idea ya expresada en días anteriores por el viceconsejero, Alfonso Unceta, sobre la obligación de asegurar la enseñanza de los otros 633 niños de los Salesianos.
El consejero mostró su disposición a proseguir el diálogo con las partes implicadas, aunque matizó que debe hacerse con delicadeza y discreción. "No hace falta ningún impreso con 17 sellos y pólizas para estar contentos", respondió a preguntas de los periodistas.
La Viceconsejería de Educación señaló ayer que todavía no ha cerrado la investigación sobre la posible responsabilidad de los docentes del colegio Zuazo en su rechazo a admitir a los niños gitanos tras el cierre del centro en que éstos estudiaban.
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