Memoria viva de un río muerto
Desde los puentes sobre el Segura en Orihuela y Rojales los chavales se lanzaban al cauce. Los hombres pescaban y las mujeres lavaban la ropa con agua clara. El río no siempre fue una cloaca a su paso por La Vega Baja. Prueba de ello es el legado gráfico que se exhibe en Orihuela, en la sala de exposiciones del centro cultural de la CAM, una exposición de 148 fotografías que muestran el Segura desde principios de siglo y recogen su actual situación de contaminación.Encuentros con el Segura, como se llama esta exposición que puede visitarse hasta el 9 de junio, es una muestra de impacto visual, sin más palabras que unos versos de Miguel Hernández que vienen como anillo al dedo a la idea reivindicativa que persigue la recopilación gráfica. En realidad, mientras se observa la exposición, no hacen faltan muchas letras para hacerse una idea de lo que fue el río y de lo que es ahora.
Coordinada por miembros de la comisión Pro-Río de Orihuela y los biólogos Andrés Campoy, Silvia Caselles, Amparo Pomares y Juan Roldán, la exposición arranca con un viaje fotográfico por los 325 kilómetros de curso del río por las provincias de Jaen, Albacete, Murcia y Alicante.
Las primeras 60 fotografías reflejan desde el bello paraje donde nace el río, en Fuente del Segura (Jaen) hasta su desembocadura en Guardamar del Segura. "Lo que pretendemos en esta sección de la muestra es dar a conocer de forma global el río", explican los organizadores. Hay niños de La Vega Baja que creen que un río es una alcantarilla, porque desde que nacieron sólo han visto porquería. A través de las fotos, esos niños pueden anhelar un río limpio, como aguas arriba, y tomar conciencia del problema, indica la organización.
El recorrido gráfico continúa en la provincia de Murcia, donde las aguas del cauce comienzan a tornarse turbias y concluye en La Vega Baja, donde el río es una cloaca. Otra de las secciones recuerda las 68 inundaciones originadas por las crecidas del río entre los años 1879 y 1987.
La segunda sección de la muestra se ha concebido como un viaje nostálgico con imágenes en blanco y negro del Seguar tomadas a principios y mediados de siglo. Lavanderas, pescadores, bañistas y un abundante caudal reviven un pasado inimaginable si se mira hoy sus aguas, negras y malolientes.
Una serie de vistas emblemáticas de Orihuela, siempre presididas por el río, dejan paso al apartado más reivindicativo de la exposición: las fotografías de las últimas y multitudinarias manifestaciones de ciudadanos de La Vega Baja en Orihuela, Murcia, Valencia y Madrid para reclamar la descontaminación del cauce.
Con esta sección de la muestra, Pro-Río pretende homenajear a todas las personas preocupadas por el estado del Segura que desean su recuperación, "y que han respondido siempre de una forma tan generosa movilizándose en defensa de su saneamiento integral".
La muestra ha despertado gran interés entre los ciudadanos de Orihuela. La intención del colectivo que exige el saneamiento integral del cauce es trasladar la exposición a otros municipios de la comarca, cuyos ayuntamientos ya se han interesado en recibirla.
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