El Juli: "Si el toro no se mueve, nada tiene importancia"
¿La conciencia? Bien, gracias. La corrida era la del año. Si fuera fútbol, la del siglo (como cada semana). Acaba la tarde y El Juli se muestra tranquilo. Primera impresión: "Tengo la conciencia tranquila. A la vista ha estado que nada más se podía hacer. Acudía a Madrid con la obligación de quedar por encima de los toros y se ha cumplido". En los tendidos, un rumor de desánimo volaba como un papel desmadejado por el viento. "Siempre ocurre igual. Cuanta mayor es la expectación, mayor la decepción", comentaba un aficionado que, inconsciente él, había compartido tendido con la realeza más pura, los banqueros más acaudalados, los políticos más absolutos y los aficionados más entregados. De hecho, no faltó nadie."Aunque algunos toros han demostrado nobleza, nadie se daba por aludido. Si no se mueven, nadie da importancia a lo que haces", continúa. ¿Sabe el precio que tenía en la reventa cualquiera de las entradas? "Mucho dinero. La lástima que la gente no haya podido ver lo que quería. Yo quería lo mismo". ¿Ha notado la presión del momento? "No. Siempre he procurado hacer las cosas con tranquilidad. En el primer toro quizás he estado más a gusto: de frente, cruzado y con la muleta plana".
Un día importante
El padre del matador toma la palabra: "Está todo dicho. Yo le he notado en todo momento responsable y concienciado. Como es él. Dispuesto a dejar un buen sabor en un día tan importante". Las declaraciones se repiten en el mismo sentido sea el que sea el que tome la palabra de su entorno. Desde el responsable de prensa de El Juli, Alberto de Jesús, al aficionado que, firme y recién peinado, aguarda a la puerta del hotel dispuesto a un fugaz abrazo: "Si no ha podido ser, pues no ha podido ser".
"Nosotros", dice el padre, "estábamos ilusionados. Teníamos el presentimiento de que las cosas podían rodar bien. La corrida era enorme, pero baja. No sé, de entrada habíamos hablado de que podía ser el día". Fue el día. Pero no el soñado.
"En la vida de un torero, la confirmación no es una jornada cualquiera. Eso está claro. Sí, sé que habrá más tardes en esta feria [hasta dos más], pero no es lo mismo. De hecho, así se lo he hecho saber a la Infanta", comenta el ya confirmado. Para la infanta Elena fue el brindis del que abrió plaza.
¿Algún momento a destacar? "Con el capote. Las dos medias. La media del quite creo que ha sido el instante de la tarde". Contesta con el timbre apagado y dejando que las palabras arrastren la evidente decepción. Hubo chicuelinas, caleserinas, medias... Pero, ni siquiera allí donde El Juli se muestra incontestable, consiguió incendiar tendido alguno.
"Todo fue muy frío. Los tendido no se calentaron en ningún momento", insiste. Los toros no se movieron. ¿Y la conciencia? "Tranquila". Habrá más tardes.
Babelia
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