Los cineastas reclaman a Cultura que preserve el fondo fílmico de Fotofilm y Riera

Los dos laboratorios decanos de la posproducción cinematográfica en Cataluña, Fotofilm y Cinematiraje Riera, presentaron hace poco más de un mes suspensión de pagos y quiebra. Un penoso cierre el de las empresas, para los trabajadores (unos 75) y para la historia del cine catalán, ya que en estos laboratorios se han revelado y copiado casi la totalidad de los filmes hechos en Cataluña durante unos 70 años. Pero la desaparición de Fotofilm y Riera ha destapado otro grave problema: el de la conservación de los millones de metros de negativos de las películas reveladas que las compañías tenían en depósito, negativos que actualmente se hallan en un almacén de Rubí. El futuro del citado fondo preocupa a directores de cine y productores, que han reclamado a la Generalitat que preserve este importante patrimonio cinematográfico.Lo han hecho a través de una carta dirigida al consejero de Cultura, Jordi Vilajoana, firmada por el presidente del Colegio de Directores de Cine, Manel Esteban, y el delegado de la Sociedad General de Autores (SGAE) en Cataluña, Ramon Muntaner. En la misiva, que tiene el apoyo de las dos organizaciones de productores, Barcelona Audiovisual y la Asociación Catalana de Productores de Cine y Audiovisuales (ACPCA), los cineastas recuerdan a Vilajoana que los negativos de las cintas "necesitan urgentemente un lugar adecuado, en cuanto al espacio y a las condiciones técnicas para su perfecta conservación", y reclaman que "con carácter de urgencia la Generalitat tome las medidas convenientes para preservar el patrimonio cinematográfico almacenado por estas empresas".

Es una práctica habitual que las productoras confíen los negativos de sus filmes a los laboratorios que los revelan, porque sus almacenes están preparados, con la temperatura y las condiciones adecuadas para que no se malogren. Eso justifica que Fotofilm y Riera fueran depositarios de la memoria cinematográfica catalana.

Material histórico

Joan Antoni González, productor del Institut de Cinema Català, juzga imprescindible que la Generalitat se haga cargo cuanto antes del depósito y asegura que la solución individual -algunas productoras han retirando sus películas del almacén de Rubí por su cuenta- no es suficiente. "Entre el material almacenado hay negativos históricos que probablemente nadie reclamaría y cuya preservación es fundamental", argumenta el productor. González se muestra convencido, no obstante, de que la Generalitat no hará oídos sordos a la demanda del sector.

El Departamento de Cultura, según distintas fuentes, ha iniciado gestiones para que la Filmoteca acoja los negativos. Ha sido imposible, sin embargo, confirmar la existencia de estos trámites, al no atender el departamento que dirige Vilajoana la petición de información al respecto.

El cineasta Pere Portabella se suma a las muchas voces de quienes instan a la Generalitat a recuperar los negativos depositados en Fotofilm y Riera. Pero no sólo eso. En su opinión, la falta de una política de apoyo a la producción cinematográfica en Cataluña ha desembocado en el cierre de las empresas y ha dejado a la industria catalana sin otra salida que la de llevar sus productos a revelar a Madrid. "La desaparición de Fotofilm y Riera indica hasta qué punto la producción cinematográfica catalana se encuentra bajo mínimos, y ahora, encima, nos hemos quedado sin laboratorios", deplora.