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El asesinato con un collar bomba bloquea el diálogo con las FARC

"Los violentos han colocado un collar de dinamita, no sólo sobre doña Elvia, sino sobre la esperanza de todos los colombianos", exclamó ayer el presidente colombiano, Andrés Pastrana, al culpar a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) del acto terrorista que le costó la vida en la madrugada de ayer a Elvia Cortés, una hacendada de 55 años a la que colocaron un collar bomba para obligarla a pagar 7.500 dólares (1,3 millones de pesetas).

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El calvario de Elvia Cortés empezó hace unos días, cuando los extorsionadores empezaron a exigirle dinero. El martes en la madrugada llegaron hasta su casa, a la salida de Chiquinquirá (l00 kilómetros al noreste de Bogotá), en la provincia de Boyacá, y ante la negativa a pagar le colocaron a la fuerza un collar consistente en un tubo de plástico con varias cargas de dinamita. Los asaltantes amenazaron con volver a por el dinero en la tarde. Alertados por la familia, especialistas artificieros trataron de desactivar la mortal carga. Cuando ya habían realizado más del 70% del trabajo, la dinamita explotó. Elvia murió decapitada y el policía Jairo López falleció horas después.

De inmediato, los militares acusaron a las FARC. El Frente XI de esta organización actúa en la zona secuestrando y extorsionando. El Ejército resaltó además lo sofisticado del mecanismo del collar-bomba -algunos hablan de asesoría o copia de mecanismos utilizados por ETA- y la existencia de una cinta magnetofónica en la que se daban instrucciones para el pago del rescate. Las FARC, en un comunicado y a través de sus portavoces, han negado au participación en los hechos.

"Estamos horrorizados, estamos indignados, pero sobre todo estamos decididos a terminar con esta barbarie", aseguró el presidente. "No es posible que mientras el Gobierno demuestre su voluntad de paz este movimiento cometa hechos tan atroces como los de ayer, o como la amenaza general de secuestro y extorsión... ¡Así no se construye la paz!", afirmó Pastrana, y convocó al país a un gran acuerdo nacional contra el secuestro y la extorsión.

Precisamente, a finales de abril, las FARC hicieron pública la que llamaron la ley 002, que establecía un impuesto para todas aquellas personas con un patrimonio superior al millón de dólares (unos 180 millones de pesetas).

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El mandatario colombiano anunció una serie de medidas inmediatas. La más contundente es la suspensión de la próxima ronda de las negociaciones de paz con la guerrilla, que se iba a materializar en la audiencia pública internacional sobre medio ambiente y cultivos ilícitos que debía realizarse a finales del mes, el 29 de mayo, -con la participación de 21 países, entre ellos todos los de la Unión Europea y Estados Unidos-, en Villa Nueva Colombia, donde tienen lugar las conversaciones con las FARC. España actúa como "facilitadora" de esa audiencia.

"Los pueblos del mundo no entenderían, a la luz de los últimos hechos, que se les invite a participar en el proceso de paz y que esa participación no incluya un apoyo para que se acaben los efectos perversos del conflicto sobre la sociedad civil y se respete el Derecho Internacional Humanitario", explicó el presidente colombiano al justificar la suspensión de la audiencia pública.

"Ligereza" presidencial

Sin embargo, en la madrugada de hoy, hora española, el portavoz principal de las FARC, el comandante Raúl Reyes, calificó la decisión del presidente de Colombia de "ligereza". Desde San Vicente del Caguán, corazón de la zona de distensión donde se celebran las negociaciones, Reyes sugirió que Pastrana ha suspendido la audiencia internacional tras escuchar noticias falsas que vinculan a las FARC con el decapitamiento de Elvia Cortés. "Negamos rotundamente que el hecho fuera cometido por alguno de los integrantes de nuestra organización", dijo el comandante guerrillero, miembro de la dirección de las FARC, organización que, según dijo Reyes, exige la "rectificación" de la noticia que le atribuye el acto terrorista.

"Volvemos a plantearle al país la necesidad del derecho a la libertad de expresión y de información, pero sobre todo el derecho que tiene la sociedad a una información auténtica y con responsabilidad social", dijo Reyes. Mientras, en declaraciones a Radio Capital, Iván Ríos, coordinador de las FARC en el llamado Comité Temático de las negociaciones de paz, fue más allá al afirmar: "No es un método nuestro [el del collar bomba]. Esos métodos vienen de la Escuela de las Américas [donde EEUU formó a militares de Latinoamérica] para desprestigiar al enemigo".

Hace apenas una semana, seis personas que viajaban en un autobús al sur del Huila fueron acribilladas por los guerrilleros. Raúl Reyes, portavoz de las FARC, pidió perdón por este "error" y ofreció compensaciones a los familiares de las víctimas. "Señor Reyes, no mataron vacas ni caballos, mataron a mi esposo. No quiero dinero, quiero que no maten más", le respondió de inmediato una de las viudas.

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