Los movimientos en transporte público son un 58% más baratos que en vehículo privado
El coste medio de un kilómetro recorrido por viajero en transporte público en la región metropolitana de Barcelona asciende a 85 pesetas; en vehículo privado cuesta 141, un 58,6% más. Éste es uno de los datos que figura en el estudio presentado ayer sobre el sistema de transporte en Barcelona y su área de influencia. El documento analiza los costes directos y los indirectos, incluidos los sociales, habitualmente no cuantificados, como son la contaminación, el ruido y la siniestralidad. Por cada muerto usuario del transporte público, se registran 40,5 en el privado.
Moverse es caro y difícil en la región metropolitana de Barcelona. Como consecuencia de esos movimientos, murieron 415 personas en 1998. De ellas, 10 eran usuarios del transporte público y 405 del privado.El gran enemigo del transporte público es el tiempo, que supone el 72,87% del coste total del desplazamiento. En vehículo privado, este valor cae hasta el 34,44%.
Un grupo de profesores de la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y la Universidad de Barcelona (UB) ha realizado un análisis de los costes reales del transporte público y del privado. Se ha establecido un baremo en el que se contabiliza lo que suponen, como coste social, la contaminación, la siniestralidad, los cambios de vehículo y las congestiones de tráfico. El estudio, presentado ayer, permitió al consejero de Política Territorial, Pere Macias, y al primer teniente de alcalde de Barcelona, Xavier Casas, defender con ahínco la inversión en transporte público. Un inversión que Casas cuantificó en medio billón de pesetas para el Plan Director de Infraestructuras (PDI) previsto hasta el 2010, más otros 250.000 millones para la red de los trenes de Cercanías de Renfe.
El estudio indica que los residentes en la región barcelonesa gastan cada año un total de 132.975 pesetas en transporte, pero de ellas sólo 13.662 se destinan a transporte público. El resto se emplea en la compra de un vehículo y los gastos de su mantenimiento, incluidos el combustible y los seguros.
La congestión del tráfico supone una pérdida de 80,3 millones de horas anuales para los conductores de vehículos privados, mientras que apenas representa un 1% de incremento de tiempo en el caso del transporte público, debido a la nula repercusión en los sistemas ferroviarios.
El estudio de las emisiones de anhídrido carbónico relativo a 1993 señala que la cantidad que quedó en el aire fue de 5,2 millones de toneladas. Un total 1,8 millones (35,6%) procedían del transporte privado.
Las emisiones del transporte público apenas sumaron 100.670 toneladas (1,9%).
Barcelona tiene un parque de 927.503 vehículos, de los que 625.570 son turismos, 69.560 furgonetas y camiones, 221.483 motocicletas y 1.780 autobuses. El espacio que requieren estos vehículos no es el mismo. Un peatón ocupa apenas 0,8 metros cuadrados; un coche lleno, a 10 kilómetros por hora, requiere 6,2 metros cuadrados por persona, mientras que los ocupantes de un autobús en idénticas condiciones ocupan exactamente la mitad, 3,1 metros cuadrados. Si en el turismo va una sola persona, ocupa un espacio medio de 18,7 metros cuadrados a 10 kilómetros por hora, y 60 metros cuadrados si viaja a 40 kilómetros por hora. Los pasajeros de un metro lleno ocupan un espacio de 2,2 metros cuadrados cada uno.
La velocidad de los diversos medios de transporte es también analizada: el autobús interurbano alcanza los 25 kilómetros por hora de media y el urbano la mitad (12,6). El metro viaja a 28,22 kilómetros por hora de media, mientras que las líneas de los Ferrocarrils de la Generalitat lo hacen en torno a los 40 kilómetros por hora y las de Renfe de Cercanías a velocidades que oscilan entre 46 y 57 kilómetros por hora.
Los vehículos privados que circulan por Barcelona obtienen velocidades distintas en función del tipo de vías. En las que recogen el tráfico de mar a montaña (y a la inversa) sólo se logran 16,6 kilómetros por hora, mientras que las transversales (de norte a sur o de sur a norte) permiten los 25 kilómetros y las de acceso hasta 26,4 kilómetros. En las rondas, la velocidad media es de 57,3 kilómetros por hora.
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