La moda en el País Vasco, una industria en auge
MERCEDES DE MIGUEL
En un país donde la industria pesada ha sido la base del desarrollo y las chimeneas sus únicos testigos, resulta difícil hacer entender que la riqueza también se genera a través de industrias cuya trama se teje con finos hilos y sus testigos aparecen rodeados del glamour de las pasarelas. Sin embargo, la industria de la moda ha demostrado ser altamente rentable en países como Italia o Francia llegando a constituir la tercera fuente de ingresos, o en regiones como Galicia donde tiene un gran peso.
En el País Vasco esta industria de incipiente desarrollo está realizando un crecimiento muy positivo, ocupando un importante puesto dentro de la economía. Un alto volumen de ventas y un lugar destacado en generación de empleo confieren a este sector una dimensión considerable dentro de la actividad económica vasca.
Gran parte de las industrias se encuentran asociadas en lo que se denomina Moda Vasca. Desde aquí se forjan proyectos en común, tanto de promoción de empresa como de creación de empleo. Me gustaría destacar de entre la creación de un polígono de la moda en Vizcaya donde se concentrarán 40 industrias.
Nuestra moda gusta y empieza a ser reconocida más allá de nuestras fronteras y es que el estilo del norte siempre ha tenido un sello especial. Podemos decir que cada vez lo estamos haciendo mejor; ofreciendo calidad y diseño con estilo propio. Algunos diseñadores vascos presentamos nuestras colecciones en pasarelas de proyección internacional como Gaudí o Cibeles. Nuestros productos se comercializan en todo el Estado y en países como Japón, Estados Unidos, Países Árabes o los propiamente europeos.
Si bien nuestro mayor handicap es la falta de talleres que permitan que todo el proceso se realice dentro del País Vasco y por tanto la riqueza revierta en él mismo, falla la formación de profesionales en las distintas áreas. En este sentido se han hecho algunos esfuerzos, pero siguen siendo insuficientes. La formación se centra principalmente en escuelas de diseño, quedando en el olvido otros oficios de taller.
La moda es una industria rentable y como toda empresa requiere mucho esfuerzo e ilusión. Estamos empezando a caminar en este sentido y lo hacemos con el apoyo de algunas instituciones. ¿Seremos capaces de sustituir nuestro emblemático acero por prendas sutiles? Ambos sectores pueden coexistir pero no perdamos de vista a esa industria que nos vende su imagen a través de la belleza de las pasarelas y resulta tan sólida como nuestras viejas chimeneas.
Mercedes de Miguel es diseñadora.
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