La calle atraviesa la Red
La existencia de galerías virtuales de arte dejó hace tiempo de ser una novedad. Más difícil parecía, al menos hasta la pasada semana, conciliar la idea globalizante de la Red con la sana intención de algunos creadores de desamortajar el arte de museos y galerías y sacarlo al pie de la calle, al alcance de cualquier transeúnte. Ese fue precisamente el desafío que cuatro jóvenes estudiantes de fotografía del Instituto de Kent (KIAT) se propusieron afrontar en la primavera de 1999.Reunidos bajo el nombre colectivo de >closer ("más cerca"), la alemana Regina Schmidt, el británico Thomas Davies, el suizo Mark Moser y el español Fernando Sancho se pusieron manos a la obra. Una vez seleccionado el material a exhibir por cada uno, el siguiente paso fue escoger los escenarios donde habría de desarrollarse la cuádrupe muestra: el aeropuerto de Zúrich, la estación de metro Canary Warf de Londres, la Estación Central de trenes de Stuttgart y el puerto de Cádiz fueron los lugares designados.
En cada uno de estos espacios fueron instalados, el pasado jueves, sistemas de vídeo- conferencia que comunicaban los cuatro puntos, permitiendo la libre interacción del público. Al mismo tiempo, una impresora de inyección de tinta a gran escala (lo que en España se conoce como plotter), facilitada por la empresa patrocinadora del proyecto, Hewlett-Packard, escupía de manera ininterrumpida las fotografías, que iban colocándose paulatinamente en las improvisadas salas, o eran entregadas gratuitamente a los asistentes. Asimismo, los espectadores disponían de cámaras digitales para ejercitarse en la disciplina de la fotografía y editar sus ensayos en la red. Todo ello será posible hasta el próximo jueves, 18 de mayo, en el edificio de la Autoridad Portuaria de Cádiz.
El motor teórico de este proyecto pionero tiene, según sus responsables, mucho que ver con el espíritu popular que defiende un arte democrático al margen, o abiertamente en contra, de la especulación. "Queremos desmitificar la fotografía como el soporte que hoy conocemos", explica Fernando Sancho, coordinador de la aventura en España, "salir del maniqueísmo que sólo distingue el producto artístico y el producto comercial".
Como un virus sano, los integrantes de >closer pretenden que Internet distribuya eficazmente sus ideas y cunda el ejemplo entre otros jóvenes fotógrafos del mundo. Colabora en este propósito la página web del prestigioso London Photographic Award, que está confeccionando un diario virtual de cuanto acontece en torno al experimento. "No se trata de imponer una idea, yo diría que es una propuesta. Pero queremos que sea una propuesta mucho más abierta, porque si nos quedamos en nosotros cuatro, estaremos cayendo en el mismo concepto de exclusividad que criticamos. Hay que lanzar la idea, y, por qué no, planteárnosla con el criterio de un grupo editorial", opina Sancho.
Llegados a este punto, y con independencia del éxito o fracaso de esta empresa, cabe preguntarse si la irrupción de avances tecnológicos en el mundo de la imagen, casi impensables hace apenas 10 años, no supone una seria amenaza para el papel fotográfico de uso corriente. "Habrán de llegar otros soportes, el virtual ya es una realidad", vaticina Fernando Sancho. "Debemos asumir que llegará el día en que, por ejemplo, veamos una pantalla suspendida en el aire que dure cuatro días, qué sé yo. ¿No será eso arte? Pienso que las preguntas entonces serán por qué hemos llegado a eso y qué consecuencias puede tener, pero lo que no podemos es negar el progreso".
Para más información, www.closer.org.uk
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