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Crítica:POPTHE HAPPY LOSERS / TELEPHUNKEN
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Melodías y ritmos The Happy Losers y

Dos propuestas bien distintas, pero ambas excelentemente ejecutadas, fueron protagonistas de la noche madrileña del jueves. Junto a la plaza de España descargaba su extraordinario repertorio de power pop, de marcado tinte Beatle o Brincos, el cuarteto madrileño The Happy Losers.Estos ortodoxos revisores del pop de guitarras eléctricas, con ritmo a lo Ringo Starr y prodigiosos juegos de voces presentaban ante una encendida audiencia su última y refrescante producción discográfica, Apple taste, un disco lleno de momentos atractivos, en el que el nivel, tanto instrumental como creativo, exhibido está considerablemente por encima de la media.

Irresistible

Pero es que el directo es aún mejor. Son simpáticos, van vestidos como los Hombres G y su música va encadenándose de modo irresistible. Aparte de excelentes temas propios en inglés, como Somewhere in the middle of the sun o Fortimbrás, y algún prometedor sencillo en castellano -Quiero que sepas-, se atrevieron con el Pareces gitana, de Los Brincos, y Veo visiones, de Los Gritos, e invitaron a la fiesta al mítico Alejandro de Los Flechazos -¿para cuándo su vuelta a la actividad?- y a Pepe Protón, otra máquina vocal del género. Fue una fiesta por todo lo alto, que consagra a The Happy Losers como una de las bandas que más amor le ponen al pop de siempre.

Telephunken The Happy Losers: Sala Arena

Precio: 1.500 pts. Telephunken: Sala El Sol. 500 pts. Madrid, jueves 11 de Mayo.

La otra actuación de la noche la protagonizaba un vanguardista trío zaragozano llamado Telephunken, que con un disco de reciente aparición ha impactado en un mercado español necesitado de propuestas excitantes. La formación incluye bajo, batería, samplers y dos platos de discos.

El ritmo y la acompasada combinación de sonidos van generando piezas que, a ritmo funk, cumplen el objetivo único de hacer que el espectador se lance a bailar.

Por contra, no hay voz solista -los efectos vocales que suenan están programados- ni melodías o canciones como tales, y esto no ha sido aún resuelto de manera que el espectador pueda recordar algún estribillo que otro.

Empero, como debú resultó francamente interesante. Ahora, a definir algo más.

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