Vuelven los niños
Vienen, y vienen, y vuelven a venir. Y una y otra vez llenan los auditorios. Suman más años que los Rolling Stones, así que aparecen por una esquina del escenario caminando con parsimonia. La edad pesa sólo hasta que tocan el primer compás del primer son de la noche. Los cuerpos cansados se transforman. "¿Están listos los niños?", se les oye preguntarse.Noche de presentación -que no de lanzamiento, precisaron- de su disco Dominó. Hierrezuelo da un golpe de cadera a lo Elvis y el tren de la Vieja Trova arranca con brío. Casi dos horas duró el viaje desde Santiago de Cuba a La Habana, parando en las estaciones de los géneros tradicionales de la isla: sones, guarachas, chachachás y boleros. Casi dos horas ganándose el pan con el sudor de su frente. Muchos se preguntaban a la salida cómo es posible que aguanten a pie de micrófono tanto tiempo.
Vieja Trova Santiaguera
Reinaldo Hierrezuelo (voz y tres), Reinaldo Creagh (voz y claves), Aristóteles Limonta (contrabajo y coros), Ricardo Ortiz (voz y maracas) y Rubén Betancourt (guitarra y coros). Centro Cultural de la Villa. Madrid, 9 de mayo.
La última adquisición de la Vieja Trova ha cumplido 74 años. Se llama Rubén Betancourt y ocupa el puesto de Manuel Galbán, el ex Zafiro al que puede verse tocando la guitarra en la película Buena Vista Social Club y al que problemas de salud han dejado en La Habana. El benjamín de la Vieja Trova, Ricardo Ortiz Verdecia, de 65 años, interpretó con sentimiento tropical Aquellas pequeñas cosas, de Serrat, que los cubanos han arrimado hasta el bolero. El menos joven, Aristóteles Limonta, nacido en el lejano 1913, reconoció, impertérrito bajo su boina, 12 hijos, 26 nietos y otros tantos bisnietos: "He tenido que parar la producción porque al lapicero ya no le queda ni una gota". Acababa justo de dejar caer los versos pícaros de Sácale punta al lápiz y, poco antes, Reinaldo Creagh había encendido al público con su coreografía para El paralítico. ¿Cómo puede moverse la pelvis de esa manera con 81 años cumplidos? Reinaldo Hierrezuelo se acordó hasta del virus I love you: "Una frase tan linda tomarla para esa bajeza".
A mediados de los noventa, la Vieja Trova llegó a España por primera vez. Pocos cubanos de los que nos han visitado desde entonces han mostrado más arte y verdad que estos bisabuelos. Cantaron Nunca llegará el final con algo de tinte autobiográfico y un mucho de deseo de pervivencia para una trova eterna.
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