El presidente uruguayo resuelve un nuevo caso de bebés robados en la dictadura

Las gestiones del presidente Jorge Batlle para cauterizar la secuela más dolorosa de la dictadura uruguaya (1973-1985), el asunto de los desaparecidos, lograron otro éxito espectacular, tras el hallazgo en marzo de la nieta del escritor argentino Juan Gelman. Batlle anunció el lunes que, a petición suya, el joven de 24 años Gerardo Vázquez se sometió a una prueba de ADN para determinar si es Simón Riquelo, el bebé arrebatado a la uruguaya Sara Méndez en una prisión argentina en 1976. La Suprema Corte de Justicia resolvió en febrero de 1998 que a Gerardo Vázquez le amparaba el "derecho personalísimo" a conservar la identidad propia para negarse al examen de ADN que, desde 1989, le reclamaba Sara Méndez. El presidente, sin embargo, le convenció. "Estuvo conversando conmigo y, por decisión propia, apoyado por sus padres adoptivos y su asesor jurídico, resolvió hacerse el examen", contó Batlle. En 25 días se conocerán los resultados. Batlle prometió al asumir la presidencia, el 1 de marzo, una solución al tema de los desaparecidos, una herida que no se había cerrado en los 15 años de democracia.