Egibar augura que los partidos tejerán el acercamiento fuera de sus cúpulas

Todos los partidos, incluido el PP que se ha venido negando a discutir sobre la pacificación junto a HB, participaron ayer en una jornada sobre el tema. Sin entrar en muchas precisiones, a causa de la presencia de medios de comunicación según dijeron, varios de los presentes dejaron ver algún atisbo de autocrítica y análisis de los errores cometidos. Joseba Egibar citó como uno de ellos haber mezclado pacificación con objetivos nacionalistas y Carlos Urquijo puso en valor su presencia en el encuentro, como síntoma de un cierto cambio.

Por primera vez desde la ruptura de la tregua representantes de todas las fuerzas políticas expusieron sus posturas, en un tono sereno y en un foro no parlamentario ni electoral que tuvo por escenario el seminario de Vitoria y por organizadores a la Facultad de Teología y el Instituto Teológico de Vida Religiosa. El PP se negó hace menos de un mes a asistir a un coloquio semejante que celebró Elkarri. Organizadores y asistentes, trescientas personas, valoraron la oportunidad de tener todas las posturas de primera mano, y ser los primeros receptores de algún atisbo de autocrítica y revisión de posturas.Tras las exposiciónes iniciales, en nada alejadas de lo conocido, las preguntas y reflexiones planteadas por escrito por los asistentes pidieron a los partidos detallar qué actitudes propias cambiarían, argumentar su acuerdo o desacuerdo con un diálogo que no excluya grupos ni temas y sin ninguna condición previa, y citar un punto común a todos, cosa que no lograron. El representante del PNV, tras analizar como un error haber mezclado pacificación con construcción nacional, se refirió a la "suma de monólogos" que hoy sustituyen al diálogo y auguró que las labores de "antesala" a este último las harán personas ajenas a las cúpulas de los partidos.

La presencia de medios de comunicación fue aludida por casi todos como explicación a lo restrictivo de sus respuestas, en temas como la autocrítica y valoración de los propios errores, y a la inconcreción de sus palabras sobre eventuales cambios en sus posturas actuales. "Si estuviéramos solos yo diría mucho más de que estoy diciendo", aseguró Ramón Jáuregui, que pidió una reflexión autocrítica de todos sobre la historia democrática. El socialista se dolió de la ruptura con el PNV y dijo sentirse "en tierra de nadie". "Quiero ser otra cosa", afirmó, "recuperar el entendimiento con el PNV y creo también que debemos hablar con HB sobre su proyecto". Éste será posible si los vascos lo quieren, recalcó, "pero que no me lo impongan". Ninguna fuerza debe empeñarse en su triunfo "porque la única victoria posible en Euskadi es el acuerdo", afirmó. Javier Madrazo (IU) coincidió en esta apreciación y apostó por la ruptura de bloques, la síntesis y el "mestizaje".

Jáuregui negó "que estemos peor que hace diez años", y dijo que "nada ha sido en balde", pero coincidió con el popular Carlos Urquijo en recordar la angustia en la que viven los acosados por ETA o la kale borroka. Su coincidencia se extendió también a las posiblidades de modificación del marco actual, pero "desde sus propias previsiones".

El representante del PP, el parlamentario Carlos Urquijo, resaltó su propia presencia en el foro como un "pequeño" cambio de actitud de su partido: "hace unos meses no habríamos estado aquí", dijo. Támbién esbozó su reconocimiento de que el acercamiento de los presos de ETA es una reivindicación "socialmente sentida".

En representación de EH, Kepa Gordejuela reconoció que el Pacto de Lizarra fracasó en su intento de ser foro de diálogo sin exclusiones y Rafa Larreina (EA) abogó por desdramatizar y no hacer absoluto lo que es coyuntural (el empeoramiento tras al ruptura de la tregua).