El número de detenidos por estafa también bajó un 14%

VIENE DE LA PÁGINA 1 El número de personas detenidas por estafa ha registrado, igualmente, una disminución del 14,3%, ya que de los 42 arrestos de 1998 se ha pasado a los 36 efectuados durante el año pasado. Según el informe del Departamento de Interior del Gobierno vasco, muchas de las víctimas no denuncian los hechos por temor a la verguenza.

El estudio también recoge que los métodos empleados para el fraude están en constante evolución. Uno de los más utilizados es el uso fraudulento de cartillas o tarjetas de crédito, obtenidas por robo o falsificación. En agosto del pasado año, la Ertzaintza detuvo en Bilbao a una mujer que efectuó diversos reintegros por valor de 2 millones de pesetas. La estafadora después de sustraer la documentación de las víctimas acudió a las entidades bancarias haciéndose pasar por ellas.

En otras ocasiones, los delincuentes sustraen cheques bancarios y documentación que les permite acceder a importante sumas de dinero. Así, en julio de 1998, la Ertzaintza desarticuló una banda organizada, formada por cinco individuos, que se dedicaba a sustraer de Correos documentación y cheques de varias empresas, que posteriormente eran falsificados para ser cobrados. En noviembre de 1998, un individuo estafó 32 millones de pesetas. Las víctimas, principalmente pensionistas, recibían una llamada telefónica en el que el impostor les informaba de que habían sido agraciadas con un premio en metálico. Para hacerlo efectivo, el agraciado debía depositar la tarjeta de crédito y su clave en el buzón de un bufete de abogados determinado por el impostor.

En otros casos el delincuente se hace pasar por revisor del gas o de la luz, con la finalidad de intentar cobrar por un servicio que no realiza o por el cambio de un elemento no deteriorado.

Debido al extensivo uso del teléfono móvil, este aparato ha pasado a ser también un instrumento más en estos delitos. Así, la Ertzaintza ha detectado un nuevo método de estafa que se desarrolla en los cajeros automáticos, cuando las oficinas bancarias están cerradas, y que se sirve del teléfono móvil para su realización.