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'I Love PSOE'

Rosa Díez ha irrumpido en el almanaque socialista, coincidiendo con la declaración universal del amor vírico y perverso: I love you. Del Pentágono a la Cámara de los Cómunes, están muy inquietos. La izquierda ataca de nuevo, ha anunciado el vocero catastrofista de la Casa Blanca, evocando el año aquel del apagón neoyorkino, que se adjudicó, providencia en mano, a los bolcheviques. Pero, ahora, con los bolcheviques pidiéndose la vez en la cola del McDonals, el arrogante centinela de occidente ha ordenado a sus marines que ocupen la red, para descubrir presumiblemente a un solo intruso.Muy precavida, Rosa Díez ha cambiado el promiscuo mensaje y ha escrito: I love PSOE, que no incomoda a Internet ni siquiera a José María Aznar. Rosa Díez no quiere que la confundan con Rosa Luxemburgo, ni con Melissa, dos impetuosas fuerzas de la revolución y de la tecnología que conmocionaron a la burguesía centroeuropea y al correo electrónico. Rosa Díez ha salido a escena, casualmente, con una conjunción planetaria llena de presagios; un alcalde izquierdista de Londres, que le ha puesto a Blair su tercera vía de sombrero hongo; y un gusano informático e insaciable. Rosa Díez pretende sorprender al gobierno conservador en su descomunal digestión de votos y ponerlo en evidencia, como lo ha puesto el I love you. Rosa Díez que predica la evaporación del felipismo, se presenta, con el fervor de la doncella de Orleans. Los clanes y barones de su partido ya le administrarán los antídotos de pragmatismo suficiente para atemperarle el ímpetu.

El mundo del lujo y la abundacia es frágil y vulnerable: su economía se tambalea frente a un bicho virtual. No ocurre así en el tercero: allí, se sigue muriendo en una fiera y dura realidad, de hambre, de malaria, de machetazos. Mire, usted, tal y como andan las cosas, guárdese bien de los billetes electrónicos de amor. Aunque de todas maneras, ni se moleste: como a tantos, a usted también lo tienen en la red.

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